La petrolera estatal YPFB comunicó al gobierno argentino que manifestantes tomaron yacimientos e instalaciones de gas. Por eso, si bien ayer se enviaron los volúmenes acordados, advirtió que podría verse obligada a reducir las ventas de gas hacia la Argentina.
Por el golpe, Bolivia advirtió que puede interrumpir la venta de gas a la Argentina. La notificación tiene efectivo preventivo. Ayer, la petrolera boliviana entregó los 11 millones de metros cúbicos (MMm3/día) que establece el acuerdo entre países acordado en 2006, que sufrió varias adendas de readecuación (la última firmada a principios de este año por el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui).
Sin embargo, si el conflicto político y social en Bolivia recrudece, las importaciones de gas desde ese país —cubren casi un 10% de la demanda local del hidrocarburo— se verán afectadas. Por eso, YPFB da un paso más allá y reclama la liberación de las obligaciones jadas por el contrato entre partes.
“La presente notificación tiene por objeto comunicar a usted que, YPFB al encontrarse impedida de cumplir sus obligaciones en el marco del contrato de compra-venta de gas natural, por un evento fuera de su control, invoca la liberación del cumplimiento de sus obligaciones debido a un evento de fuerza mayor/caso fortuito, conforme lo dispuesto en la Cláusula Decimosexta del GSA”, argumenta la empresa.