El viceintendente, Sergio Bohe, deslizó en su círculo íntimo la posibilidad de presentarse como candidato intendente. Hiperkinético, después de ver como se pobló la ciudad de potenciales candidatos decidió salir a jugar con la premisa del debate político como caballito de batalla, donde piensa sentarse en una mesa política con todos los precandidatos para que salgan a profundizar la gestión municipal.
Con la aparición de Bohe la competencia de los precandidatos comienza a enderezarse después del pseudolanzamiento del titular de la Unidad de Gestión de Proyectos Especiales, Ricardo Trovant, quien había “embarrado” la cancha con su pronunciamiento.
La grilla de los postulantes al sillón de Moreno 815 comienza a depurarse, puesto que la secretaría de Desarrollo Humano, Rosa González, y Ricardo Trovant declinarían sus intenciones electorales en caso de que Bohe oficialice su candidatura a intendente. En tanto que el Subsecretario de Gobierno, Omar Albornoz, seguiría en carrera hasta las últimas consecuencias y no declinaría su precandidatura hasta que llegue la definición del intendente Martín Buzzi.
Los que circulan los pasillos del Concejo Deliberante aseguran que el despacho del viceintendente se ha convertido en una usina política para profundizar el proyecto que conduce Martín Buzzi.
De hecho, en el peronismo no son pocos los que consideran que Bohe sería el mejor candidato para retener el gobierno en el 2011. Desde su entorno aseguran con mucho optimismo que el vice intendente es la “única figura política del justicialismo” que puede enfrentar al el ex secretario de Gobierno, Gustavo Mena, el candidato de toda la UCR.