Cuando estaba por comenzar el segundo tiempo en el encuentro donde Boca le gana a Gimnasia por 1 a 0 en Rosario, la parcialidad de Boca situada en la segunda bandeja del Coloso Marcelo Bielsa comenzó a arrojar butacas a la gente de Gimnasia.
La acción trajo su consecuencia: los hinchas del equipo platense comenzaron a romper un portón para agredir de cerca a los plateistas de Boca, lo que empeoró aun más el contexto, porque la barra brava del Xeneize saltó un portón más para quedar casi cara a cara con los hinchas del Lobo platense.
Allí los apenas 10 efectivos policiales en la platea comenzaron a detonar municiones antitumulto contra la gente, enervando aun más los ánimos.
En ese instante ocurrió lo inesperado: el mismo Juan Román Riquelme apareció en escena para contener a la barra de Boca y lograr que retrocedan para que no lleguen a enfrentarse con los de Gimnasia.
Al cabo de los incidentes, se esperaba una definición con respecto a la continuidad del encuentro.