Hace 11 partidos que Boca no gana en cruces eliminatorios de la Copa Libertadores, y hoy no fue la excepción. Por la ida de la semifinal recibió al poderoso Palmeiras de Brasil que fue borrado de la cancha pero ni así pudo ganar el Xeneize, que parece ser su propio enemigo.
Si bien en el primer tiempo hubo periodos de dominio de la visita, que con pelotazos a Rony llevaba peligro al arco de Romero, cuando Boca tomó las riendas del partido no las soltó más.
Hubo varias llegadas claras que entre los delanteros y mediocampistas no supieron definir. Cavani, siempre cumplidor afuera del área, sigue con la pólvora mojada cuando Boca más lo necesita. Merentiel no supo darle potencia ni dirección a sus remates y hasta el ‘Colo’ Barco, figura indiscutible del partido, pudo capitalizar sus oportunidades.
El segundo tiempo fue todo del local, que generó que Palmeiras se abrazara al empate en cero y solo se dedicara a defender los embates del Xeneize, que a lo largo de la cancha iba de mayor a menor porque en los últimos metros los ataques se diluían o eran bien repelidos por una línea de fondo inspirada del Verdao.
El final fue, otra vez, 0 a 0 y deja a Boca con un sabor más que amargo porque debe buscar la clasificación a la final de la Libertadores en Brasil, donde Palmeiras no falla casi nunca.