Boca, con un Riquelme inspirado, debutó ganando

El creativo xeneize fue vital para que el campeón arrancara el Clausura derecho. Con goles de Cvitanich y Mouche, los de Falcioni vencieron con contundencia a Olimpo y pisan las críticas con victorias: van 30…

viernes 10/02/2012 - 22:55
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El creativo xeneize fue vital para que el campeón arrancara el Clausura derecho. Con goles de Cvitanich y Mouche, los de Falcioni vencieron con contundencia a Olimpo y pisan las críticas con victorias: van 30 partidos sin perder. San Lorenzo cayó goleado por Lanús 4 a 1 y profundiza su crisis.

Todo sigue igual, todo igual de bien para Boca. Con el invicto, que ya llegó a treinta partidos. Con el arco en cero, una piedra basal del campeón del Apertura. Y con un Riquelme que, como en las primeras fechas del torneo pasado, fue vital: el Diez guió a su equipo a la victoria por 2-0 contra Olimpo. Y arrancó el campeón…

Ojo: el dueño de la corona no empezó bien. Con el corazón en la mano, vio como Orion le sacó un remate franco al ex CAI de Comodoro Rolle, que llegó en libertad al centro del área. Olimpo era más gracias a los piques de Romero por derecha y el dinamismo del mediocampo. Enfrente, un Boca estático, con Erviti y Rivero desconocidos, sólo respondía a través de desordenadas pero esforzadas arremetidas de Mouche.

Pero el Xeneize tiene algo que no sobra en este fútbol, tiene un enganche. Tiene a Riquelme. Con poco y falto de ritmo, Román igual empezó a manejar los hilos, tiró un par de centros venenosos y terminó gestando la jugada del 1-0: luego de un rebote tras un tiro libre, el enganche metió una pelota flotada al área, Mouche (un pasito adelantado) la bajó muy bien de cabeza y Cvitanich fusiló a Ibáñez. Tranquilidad para el entretiempo.

A pesar de un par de sacudones al arranque del complemento, fruto de una defensa no tan sólida como en otras citas, Boca sufrió un poquito. Riquelme, cuándo no, lo tranquilizó: pelota al piso, pausa y pase perfecto para Mouche, que metió el 2-0 tras una tapada incompleta de Ibáñez. Ya con la tranquilidad del resultado, los de Falcioni manejaron el partido con un juego cansino, horizontal. Eficaz, por sobre todas las cosas.

Olimpo se quedó con las insinuaciones del primer tiempo, cosquillas para un Boca que se acomodó y, con las armas de siempre, se lo sacó de encima. El Xeneize, a pesar de sufrir con algunas situaciones profundas de los bahienses, jugó tranquilo, con la pausa de Riquelme y una buena tarea de sus dos delanteros. Ya una marca registrada, jugó con el ritmo de siempre. Ese ritmo que algunos critican, pero que a Falcioni y a todo Boca le encanta, le calza a la perfección. El ritmo del campeón.

Fuente y foto: Diario Ole

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