Pablo Ariel Herman es el 4×4 de Claudio Belocopitt, el dueño del holding de medicina prepaga y seguros Swiss Medical. Dicen que Herman fue quien, tiempo atrás, rechazó una oferta para participar en la puja por el estadio cerrado Luna Park, el emblemático palacio del boxeo que Juan Carlos Lectoure, alias ‘Tito’, donó al morir a las católicas Sociedad Salesiana de San Juan Bosco y Cáritas Argentina.
Por ese motivo, quienes hicieron la presentación no entienden cómo Belocopitt y Herman han intentado interesar ahora, ‘mutis por el foro’, a las autoridades de la Iglesia Católica argentina con un equivalente a US$ 50 millones.
El dato surge de algunas consultas eclesiásticas acerca de si convenía avanzar en la negociación luego de leer en algunos artículos periodísticos que las recientes restricciones a títulos públicos habrían impactado en la liquidez del grupo empresario, según declaró el tal Belocopitt.
El asunto es más complejo porque el empresario lidera la Asociación de Entidades de Medicina Privada (Ademp), que integra la reciente Unión Argentina de Salud (UAS), que grita a los cuatro vientos que las tarifas no compensan los costos, que «el sistema está en riesgo» de continuidad, blablablablá.
En ese contexto, las empresas de medicina prepaga vuelven a aumentar en octubre por 4to. mes consecutivo. Y en noviembre habrá un nuevo incremento –según publica Urgente 24-.
En los recientes 4 años, las empresas de salud fueron autorizadas a aplicar subas por 283,9%, es decir, mayor a la inflación, que acumuló 259,4%, según un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda (Undav).
Sólo este año, las prepagas habrán aumentado7 veces: 5,5% en febrero; 7,5% en mayo; 5,5% en julio; 6% en agosto; 6% en septiembre; 4% en octubre, y la Secretaría de Salud ya confirmó la suba de otro 4% para noviembre.
Pese a ello, las empresas pedirían otra suba para diciembre.
Entre febrero de 2016 y noviembre de este año, el aumento acumulado alcanza a 283,9%. Las empresas aseguran que el impacto de la devaluación resultó severo.
A causa de sus ajustes de tarifas, ha ocurrido la baja de 200.000 usuarios en lo que va del año, según la ONG Defendamos Buenos Aires.
Pero esta situación de aparente estrechez no coincide con los US$ 50 millones para la compra del Luna Park para emprender un proyecto inmobiliario megamillonario, aparentemente.
> ¿Dinero de quienes pagan los planes de medicina prepaga?
> ¿Dinero de otro origen? ¿Cuál?
Es una obviedad que para el clero católico argentino también rigen las normas de «conozca a su cliente», tal como a cualquier cliente del sistema bancario.
La historia
Los 7.000 m2 con capacidad para 9.000 espectadores sorprendieron a la Ciudad de Buenos Aires allá por 1931 cuando Ismael Pace y José Lectoure inauguraron la estructura junto al Palacio del Correo, que sustituyó a la que había funcionado donde hoy se levanta el Obelisco de Buenos Aires.
La construcción la hizo el arquitecto de origen húngaro Jorge Kálnay y los Lectoure tuvieron que remontar algunos momentos complicados tal como el gran evento nazi del 10/04/1938, el más importante jamás realizado fuera de Alemania, en un Luna Park repletísimo.
La decadencia ocurrió por varios motivos:
> el boxeo declinó como evento convocante,
> la acústica mala limitó su aprovechamiento para conciertos,
> la falta de inversión para que todo el público estuviese sentado,
> la refrigeración más moderna nunca le llegó, y
> la vejez de Lectoure.
Él murió, dejó el inmueble en donación, y comenzó el debate entre los clérigos católicos acerca de la conveniencia de la realización del activo. Finalmente, se han decidido.
La competencia
El problema de Belocopitt / Herman consiste en que el grupo empresarial también participa del multimedios América, junto a Daniel Vila y otros socios.
Cuando tuvo la información que a Belocopitt no le interesaba el inmueble, dicen que Vila imaginó que el Luna Park podría resultar un lugar muy emblemático para instalar su multimedios.
A favor del proyecto de Vila hay un detalle urbanístico: todavía el Luna Park no tiene una autorización para construir más alto que el actual Centro Cultural Kirchner, lindero con el ex palacio del boxeo. Es cierto que hay torres en la zona pero habrá que negociar con Horacio Rodríguez Larreta o alguien cercano al jefe de Gobierno porteño.
Vila se habría interesado abiertamente en el tema Luna Park pero resulta que Belocopitt / Herman llevaban su oferta por otra vía al clero católico apostólico romano. Todo un matete para el accionariado del multimedios.
Habrá que ver qué ‘chimento’ viaja al Vaticano en las próximas horas. Es cierto que con los escándalos del IOR (Instituto de Obras Religiosas, el banco de la ciudad-estado), el papa Francisco ya está curado de espantos. Sin embargo, conocer al cliente siempre es mejor que no conocerlo.