San Petersburgo acogió el partido entre Inglaterra y Bélgica por el tercer puesto de la Copa del Mundo. Ambos venían de perder en semifinales ante Croacia y Francia, respectivamente. En las filas del conjunto británico estaba Harry Kane, el goleador del torneo con seis tantos, que no pudo acrecentar su cuenta y consolidarse como máximo artillero. Un gol de Meunier, a los 3 minutos del primer tiempo y otro de Hazard a los 37 del complemento, dieron la victoria a Bélgica por 2 a 0.
Ambos equipos ya se habían enfrentado en primera ronda, en el cierre del Grupo G. Bélgica ganó 1 a 0 y así obtuvo el primer lugar de su zona. De hecho, los belgas ganaron todos sus partidos en el Mundial, cinco, hasta su caída con Francia en la semifinal.
Los belgas coronaron su mejor campaña en mundiales con el tercer puesto. Antes, lo más alto que llegaron fue al cuarto puesto de México 86, tras caer en semifinales con la Argentina de Maradona y luego con la Francia de Platini por el premio consuelo. El equipo de Roberto Martinez se despide como uno de los mejores del torneo, con jugadores de la clase de Lukaku, Curtois, Hazard y De Bruyne.
Para los ingleses, el cuarto puesto significa igualar la segunda mejor marca de su historia, obtenida en Italia 90. Por encima de ambos cuartos puestos sólo está el título mundial que consiguieron en 1966 como locales.