Un bebé de 6 meses murió a finales de marzo en Tokio, un mes después de ser diagnosticado con botulismo infantil.
Autoridades japonesas informaron que sus padres le daban a su hijo un jugo mezclado con miel dos veces al día. La pareja ignoraba que los niños no podían ingerir miel hasta haber cumplido el primer año de edad.
Este caso fue la primera muerte de botulismo infantil desde 1986, cuando el gobierno empezó a tomar registro de este dato. Desde entonces se habían registrado poco más de 30 casos, pero ninguno había sido mortal y no todos por consumir miel de abeja.
Los oficiales de la capital japonesa informaron que los primeros síntomas de la enfermedad se manifestaron el 16 de febrero con una tos. El 20 de febrero, el niño fue trasladado en ambulancia y el 28 de febrero fue diagnosticado con la enfermedad.
¿Por qué los bebés no pueden ingerir miel?
La miel de abeja puede contener esporas de una bacteria conocida como clostridium botulinum. Las esporas están en todas partes (en la tierra, en el polvo, y sí, en la miel), pero éstas suelen germinar en comida enlatada que esté podrida y en otros alimentos descompuestos; la toxina que produce es una de las sustancias naturales más venenosas del planeta.
Las esporas de esta bacteria suelen ser destruidas al ingresar en la flora intestinal de cualquier ser humano; sin embargo, los bebés no han desarrollado por completo los microorganismos necesarios en su aparato digestivo, por lo que son susceptibles a que se manifieste un caso de botulismo en sus intestinos.