Noveno día de incidentes que ya dejó al menos 120 muertos. Palos, piedras y Ejército paralizado.
Noveno día de protestas, incidentes y reclamos en El Cairo. Los egipcios siguen al pie del cañón y reclaman la renuncia del presidente Hosni Mubarak, que lleva 30 años en el poder. Pero lejos de calmar las aguas su renuncia a una reelección -no al cargo-, parece haber desatado un nuevo capítulo de la trágica que ya dejó al menos 120 muertos.
Esta mañana, seguidores del presidente rompieron el cerco que perimetraba la céntrica plaza de El Cairo. Con palos y piedras, comenzaron una batalla campal con los opositores que mantienen su reclamo.
La situación es grave. Los manifestantes que se oponen a Mubarak permanecían en el lugar desarmados. En el lugar hay más mujeres que hombres, los periodistas debieron refugiarse y el Ejército no interviene en la gresca.
Los seguidores de Mubarak ingresaron por la entrada principal de la plaza Tahrir, por la calle Abd El Moniemm Riad, uno de los laterales del Museo Egipcio, según informó la agencia Telam en su portal.
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