El director del organismo dijo que sólo se usará «el producido» del FGS para pagar la reparación. Stanley celebró más fondos para servicios sociales.
Carolina Stanley y Emilio Basavilbaso visitaron el Senado para exponer sobre el presupuesto 2019 y chocaron pocas veces con la oposición, una muestra de que fue buena decisión que únicamente dieran la cara en esta Cámara.
Sólo subieron el tono ante las preguntas la formoseña Teresa González, la tucumana Beatriz Mirkin, del justicialismo; y Norma Durango y Ana María Ianni, compañeras Cristina Kirchner.
Y el salteño Juan Carlos Romero se puso el traje de oficialista para defender a Stanley cuando Durango la responsabilizó por supuestas irregularidades en el traslado de mercadería a Trelew y junto a Mirkin sembraron dudas sobre el incremento del presupuesto social.
El jefe de Anses visitó muy pocas veces el Congreso pese a que está obligado a informar la actividad de Fondo de Garantías de Sustentabilidad (FGS), pero la pasividad del Senado le evitó contratiempos.
Sólo le consultaron por el artículo 39, que habilita utilizar «el producido» del FGS (o sea, intereses de títulos, acciones u otros activos que deberían mantener su valor) para pagar la reparación histórica de los jubilados. «No hay nada nuevo que tenga que ver con el FGS, sino lo que indica la ley de reparación histórica: se podrá pagarle al millón cien mil jubilados», detallo el jefe de Anses. O sea, no habría remate de acciones u otros activos como se especula a diario en la oposición.
El primer acuerdo con el FMI ya había habilitado a liquidar activos del FGS, motivo de una consulta del diputado del PJ José Luis Gioja durante una visita de Nicolás Dujovne. En Cambiemos explican que sería sólo un tema contable para cuantificar el financiamiento y reducir la cuenta del déficit fiscal. Sin embargo, como reveló LPO, el texto del nuevo acuerdo con el FMI incluye un compromiso del gobierno de impulsar una nueva reforma previsional el año que viene.
Stanley celebró que «el 77% del gasto primario se destina a servicios sociales», como anunció Dujovne y su equipo en cada presentación en el Congreso.
«Será 2 billones 86.512 millones de pesos para Seguridad Social, 229.303 millones para Educación y Cultura, 149.697 millones para Salud; 275.562 millones para Ciencia y Técnica, 28.800 millones para Vivienda y Urbanismo, 24.400 millones para Agua Potable y Alcantarillado y 10.734 para Trabajo», enumeró.
«La inversión social aumenta un 32%; la seguridad social un 35%; y la salud un 29%», discriminó la ministra y enfrentó preguntas sobre supuestas subejecuciones de programas, una de las modalidades de recortes más repetidas.
«Si hay un 7% para pagar los servicios de la deuda externa, ¿A quién se le quita en el Presupuesto? Porque según el informe del Ministerio todo se aumenta. ¿Dónde está la plata? Quiero saber el valor de la prestación», la cruzó Mirkin, cercana a su par José Alperovich, enfrentado al gobernador tucumano Juan Manzur. «Parece que el país se fundó ayer. ¿Al déficit y la inflación los inventó el Fondo? ¿O lo invento el kirchnerismo?», reaccionó Romero.
Un dato: antes de la sesión estuvo un largo rato reunido con Miguel Pichetto, que venía de enfrentarse a un grupo de gobernadores y ayer ya se había quejado porque ningún oficialista defendía a los funcionarios.
Stanley aseguró que «hay más de 4 millones de niños cubiertos por la Asignación Universal por Hijo (AUH)», se jactó y aceptó que los embarazos adolescentes son un problema sin resolver. «109 mil adolescentes y 3.000 niñas menores de 15 años tienen un hijo cada año, o sea, son el 15% de los nacimientos anuales».
A la reunión asistió Adolfo Rubinstein, secretario de Salud, que aseguró haber ejecutado todos los fondos para los programas sanitarios vigentes. El presupuesto seguirá debatiéndose este miércoles con la visita de Dante Sica, ministro de Producción. Cambiemos y el PJ quiere dictaminar el miércoles 7, para sancionarlo el 14.