El pedido lo fundamenta en la caída de las ventas en un 70 por ciento como consecuencia de la cuarentena obligatoria y del poco movimiento comercial que se registra en la ciudad.
A pesar de que este comercio esta exceptuado por ser del rubro alimenticio, argumenta que la única manera de evitar despidos es una reducción salarial.
La empresa informó a los trabajadores que se ve obligada a reducir en un 50 por ciento la jornada laboral por tiempo indeterminado, desde el 1 de abril.