Luego se supo que antes de eso le había disparado al dueño de una casa donde había ido a buscar a su expareja, con fines de agredirla. La víctima está al borde de la muerte.
Algunos testigos indicaron que el atacante buscaba a su expareja, que se había refugiado en la casa de un vecino situada en la misma cuadra de la comisaría, sobre la calle Jujuy.
Allí baleó al dueño la casa donde la mujer había buscado resguardo y huyó. El hombre quedó malherido y está internado en gravísimo estado.
Al escapar, el agresor pasó frente al ingreso de la oficina de guardia de la comisaría. Cuando un efectivo intentó detenerlo, disparó contra una mujer policía que estaba dentro de la seccional.
En ese momento comenzó una persecución y tiroteo entre el agresor y los policías de la comisaría de La Cañada, que se extendió a lo largo de tres cuadras.
Luego, según fuentes policiales, cuando el agresor llegó la esquina de Mosconi y República del Líbano, rodeado por los uniformados, se habría quitado la vida de un disparo.
Aunque está circunstancia era investigada por el fiscal de turno del Departamento Judicial Quilmes.
El representante del Ministerio Público esperaba los resultados de los peritajes balísticos para determinar si el arma utilizada por el agresor fue la única boca de fuego o si también hubo disparos efectuados por los compañeros del policía herido.
El vecino agredido, que colabora en la parroquia de San Cayetano, había sufrido una herida de gravedad y su estado era desesperante. En tanto que la oficial atacada sufrió una herida en el pómulo y estaba internada, pero fuera de peligro.
Fuente: lanacion.com