Desconocidos atacaron ayer a balazos al luchador de kickboxing Daniel Alvar en el barrio Pietrobelli a quien, además, le desvalijaron la casa. Cuando el boxeador comodorense acudió en su ayuda, su auto quedó expuesto a las balas (foto).
Alvar afirmó en Radio Del Mar que este jueves por la mañana ingresaron a su casa y lo “desvalijaron” en la zona alta del barrio Pietrobelli. “Me tirotearon a quemarropa; dos balas pasaron cerca y tiraron más de 20 balazos en mi casa y en el auto”, mencionó.
“Un amigo quedó en medio de la línea de fuego y cuando entramos acá, el auto del “Tigre” Saldivia -quien asistió para ayudar a su colega- también quedó expuesto. “Eran tres que tiraban adelante y bajaban diez aproximadamente atrás. Utilizaron tres armas”, relató. Por eso, decidió mudarse de inmediato y lo hizo hoy al mediodía, con custodia policial.
Alvar señaló que se iba a quedar callado “pero todo el mundo lo hace y yo quiero hacer algo para que esto no le pase a nadie más”, afirmó remarcando que tiene una angustia muy grande.
“Fui a entrenar como todas las mañanas, me avisaron por mensaje que me habían robado y cuando regresé a mi casa me encontré con que me habían desvalijado”, comentó. “Yo había visto antes a un grupo de chicos que estaban consumiendo alcohol hasta la mañana. Fui a la casa de ellos golpeé y me insultaron”, contó.
“Vino un grupo de chicos y me empezó a tirar. Me hicieron 20 descargas que impactaron en el vehículo, en la casa. Me robaron todo del auto que retiré ayer. Lo abrieron, revisaron todo y se llevaron la plata que tenía para ir a dar un seminario”, manifestó Alvar.
Dijo que “la Policía viene, no puede hacer nada. Entran y salen. Estamos cansados de lo mismo. Los vecinos no quieren hablar por miedo a las represalias”. “Ya habían querido barretear la puerta conmigo adentro”, remarcó.
El deportista señaló que tiene la angustia de tener las manos totalmente atadas. “Hice todo lo que legalmente se puede hacer. Me estoy yendo por mi familia pero confío en que alguien haga algo. Uno vive la vida totalmente sana y trata de ayudar a la gente y me da bronca poner en juego la vida de mi familia; tengo las puertas rotas por la mitad. Fue un momento muy difícil”, relató.