Negocio a medida de los importadores: el componente de integración local declarado en los proyectos eólicos adjudicados fue de apenas 10,7 por ciento en la ronda 1; de 9,5 en la ronda 1,5; y de 37,2 en la ronda 2. Se otorgaron incentivos fiscales millonarios y hasta ahora sólo se inauguraron tres parques.
El gobierno puso en marcha en julio de 2016 el programa Renovar para tratar de elevar el porcentaje de las energías renovables dentro de la matriz energética nacional. Durante el kirchnerismo había habido una serie de iniciativas destinadas a ampliar la oferta y, si bien se concretaron varios emprendimientos, las dificultades para acceder al financiamiento impidieron el despegue de la actividad. Para sortear ese obstáculo, el Estado Nacional comprometió al menos 4700 millones de dólares entre incentivos y garantías e inicialmente ni siquiera exigió un porcentaje mínimo de integración nacional para acelerar las construcciones. A raíz de ello, y según información de Cammesa a la que accedió PáginaI12, en el caso de los proyectos de energía eólica adjudicados, de los cuáles hasta ahora se han inaugurado solo tres, el componente de integración nacional ponderado fue de 10,7 por ciento en la ronda 1, de 9,5 por ciento en la ronda 1,5 y de 37,2 por ciento en la ronda 2.
En la ronda 1 se adjudicaron 29 proyectos de energías renovables por 1142 MW. De ese total, 12 fueron proyectos eólicos por 707,6 MW, el 62 por ciento de la potencia total adjudicada. La china Envision se adjudicó cuatro proyectos por 185 MW en total. En el proyecto García del Río (Buenos Aires) propuso una integración nacional de apenas 5,9 por ciento, en Vientos del Secano (Buenos Aires) de 7,9 por ciento, en Los Meandros (Neuquén) de 9,2 por ciento y en Cerro Alto (Río Negro) de 9,4 por ciento. Por ahora ninguno de esos proyectos está en marcha.
En el parque Villalonga de Genneia, que ya está en construcción y se inauguraría en enero de 2019, el componente de integración nacional especificado es de 16,7 por ciento. El parque Corti (Buenos Aires) de Pampa Energía, inaugurado en mayo, declaró una integración nacional de 6,18 por ciento, mientras que en los seis proyectos restantes adjudicados en la Ronda 1 el componente nacional no supera el 15 por ciento: Proyecto Garayalde de PAE (21 por ciento), La Castellana de Central Puerto (13,4 por ciento), Kosten de Grenergy (8 por ciento), Vientos Los Hércules de Senvion (14,3 por ciento), Chubut Norte de Genneia (12,8 por ciento) y Parque Arauco II de Arauco Sapem (7,1 por ciento).
La integración nacional es baja porque la mayoría de estas iniciativas obtuvieron la declaración de “proyecto crítico” contemplada en la resolución 4 de diciembre de 2017 que les permitió seguir importando con arancel cero aerogeneradores con una potencia superior a los 700 Kw. En el caso de Arauco Sapem el 7,1 por ciento de integración nacional que puso en el pliego finalmente terminó siendo mayor porque compró torres nacionales.
En el Renovar 1.5 se repitió el bajo porcentaje de integración local. Se adjudicaron 30 proyectos por 1281,5 MW. Dentro de ese total, 10 fueron proyectos eólicos por 768,3 MW, 60 por ciento de la potencia total adjudicada. El parque Pampa (Buenos Aires) de Sinohydro declaró 20,5 por ciento de integración nacional; Miramar (Buenos Aires) de Isolux un 10,5 por ciento; Vientos de Necochea (Buenos Aires) de Central de la Costa un 7,5 por ciento; La Banderita (La Pampa) del Grupo Frali, un 22,2 por ciento; Pomona I (Río Negro) de Genneia un 9,4 por ciento; Parque Eólico del Bicentenario (Santa Cruz) de Petroquímica Comodoro Rivadavia un 7 por ciento, mientras que los cuatro parques restantes fijaron una integración nacional que osciló entre 3,5 y 11,9 por ciento.
En la ronda 2 del Renovar se adjudicaron 88 proyectos por 2043 MW y se incluyeron 12 proyectos eólicos por 990,8 MW, 48,5 por ciento del total. En este caso el porcentaje de integración nacional ponderada se elevó al 37,2 por ciento porque la resolución 1 del 29 de septiembre de 2017, publicada de manera conjunta entre el Ministerio de la Producción y el Ministerio de Energía, propuso para la energía eólica un sendero de integración nacional creciente que fija una meta inicial de 35 por ciento hasta el 30 de junio de 2020, la eleva al 45 por ciento hasta el 31 de diciembre de 2021 y finalmente la lleva al 50 por ciento.
El problema de esa resolución, según detallaron fuentes de la industria nacional a PáginaI12, es que para alcanzar dichos mínimos se fijó una ponderación de piezas y procesos del aerogenerador y si se llega a alcanzar un 35 por ciento de integración nacional del aerogenerador la norma permite considerarlo cien por ciento como un bien nacional. Por ejemplo, la torre del aerogenerador computa como 23 por ciento de integración nacional, el ensamblaje de la góndola como 10 por ciento y el ensamblaje del buje como 3 por ciento. Por lo tanto, si la torre se fabrica en el país y se realizan algunas tareas básicas de ensamblado se llega al 36 por ciento y se puede computar todo el aerogenerador como nacional. De este modo, algunos proyectos treparon al 90 por ciento de integración local porque solo el aerogenerador representa cerca del 70 por ciento del componente electromecánico de los parques. Además, eso les permite acceder a un bono que garantiza beneficios fiscales como si el producto fuera nacional y no un mero ensamblado de piezas mayoritariamente importadas. Mientras tanto, la industria nacional quedó prácticamente marginada del negocio y continúa sin desarrollarse.