Atravesado por la violencia y la inseguridad, el cierre de la campaña hacia las PASO presidenciales obligó a cambiar los planes en la mayoría de los espacios y encendió las alarmas sobre un posible aumento del ausentismo, que ya tuvo algunas muestras en contiendas provinciales.
Para hoy, 35.405.013 ciudadanos están habilitados para votar, y en el oficialismo ya se apuran a evaluar que, por lo menos, tiene que votar el 70% del padrón en todo el país. Si es menos, anticipan que la fórmula que encabeza Sergio Massa tendrá problemas para posicionarse hacia octubre porque, según dicen, si se consolida un registro inferior, significa que el simpatizante propio no fue a votar, según publicó Perfil.
La preocupación tiene que ver con el reciente 67% de participación que se registró en las elecciones a gobernador en Córdoba, donde, a su vez, el voto en blanco se convirtió en la tercera opción más elegida, además del 61% de asistencia que hubo en la posterior elección a intendente de la ciudad capital.
Precisamente, en las primarias de septiembre de 2021 el número fue cercano al 66%, teñido por la salida de la pandemia, aunque aumentó al 71% para las generales de noviembre. Esta última cifra resulta más aceptable, pero a su vez se encuentra alejada del máximo histórico registrado en democracia, con el 85,6% en 1983, y el nada despreciable 80,9% de las presidenciales de 2019.
La Cámara Nacional Electoral recordó a través de un comunicado el carácter de obligatorio del voto, de acuerdo con la Constitución nacional, y remarcó que “la jornada electoral del próximo domingo contará, como siempre, con las medidas organizativas y las condiciones de seguridad necesarias para asegurar la concurrencia de los votantes a los establecimientos de votación, en un clima de tolerancia y respeto cívico”.
El asesinato de Morena Domínguez a manos de motochorros en Lanús el jueves por la mañana abrió un escenario atípico e inesperado para todas las fuerzas que debieron reprogramar no solo sus actos de cierre y discursos preelectorales, sino que también hubo cambios en las lecturas a nivel interno sobre el impacto que podría tener la conmoción al momento de votar. A esto se sumaron, horas más tarde, la muerte del manifestante Facundo Molares en el Obelisco, en medio de un cruce con la Policía de la Ciudad, y nuevos hechos de inseguridad, como el ataque al médico Juan Carlos Cruz, en Morón.
En JxC se pusieron todos a la defensiva, sobre todo en la lista que encabeza Horacio Rodríguez Larreta, vinculado de manera directa con el operativo de la Policía local, que quedó en la mira. Tanto el jefe de Gobierno como su contrincante interna Patricia Bullrich se manifestaron a favor del orden y la paz, para no hacer escalar aún más el clima de enfrentamiento que se gestó en las últimas horas de la campaña.
El comando de campaña de Javier Milei miró la situación desde afuera, sin responsabilidad ejecutiva en ninguno de los casos de violencia e inseguridad y, sobre todo, con la fuerte expectativa de poder canalizar el “voto bronca” surgido a partir de la ebullición social de las últimas horas. Sobre este punto, el libertario también reforzó su convocatoria a votar, con la convicción de que una mayor participación puede beneficiar a las alternativas de La Libertad Avanza, afines al orden y las propuestas más orientadas a la derecha del espectro ideológico. “La única forma de cambiar este modelo es votando y sacándolos a patadas, llenando las urnas de votos de los que quieren cambiar el status quo. Vayan y voten”, fue uno de los últimos mensajes de Milei para reforzar la intención de participación, sobre todo en el espectro de votantes jóvenes, donde tiene buena recepción.
En JxC no tienen del todo claro cómo podrían afectar un eventual ausentismo combinado con el voto bronca. Por el larretismo, estiman que la poca participación podría generar cierto rédito porque se le daría más peso a la estructura territorial. Con el jefe de Gobierno está buena parte del aparato radical y la mayor proporción de referentes ejecutivos del interior. En el caso de Bullrich, señalan que la apatía no afectaría a los votantes más duros, precisamente a quien ella dirige su mensaje principal.
Con este panorama, Massa se mantuvo en constante contacto tanto con “Wado” de Pedro, como con Axel Kicillof, para coordinar acciones y mensajes. Para acotar su rol de ministro y dar paso a su papel de candidato, Massa ya se había propuesto reforzar su mirada sobre la inseguridad y lanzó programas para combatir el narcotráfico o mejorar los controles en los colectivos del conurbano bonaerense.
Los primeros datos, desde las 22
El titular de la Dirección Nacional Electoral (DINE), Marcos Schiavi, anticipó que los primeros resultados de las elecciones que se celebrarán mañana estarán a partir de las 22, al suponer que habrá prolongados escrutinios en la Ciudad de Buenos Aires y en la Provincia.
“En la DINE estamos trabajando con el correo para hacerlo lo más rápido posible, lo más ágil y lo más confiable, pero nos imaginamos que la jornada va a ser compleja en algunos distritos más que en otros, sobre todo Capital y provincia de Buenos Aires, que van a tener un escrutinio de largo aliento”, expresó en declaraciones radiales, a días de las PASO.
En la misma línea, precisó que el problema en CABA reside en el conteo de votos que deberá dividirse, es decir que, por un lado, se computarán los votos de la elección local y, por el otro, los nacionales, debido a que se votará bajo dos modalidades diversas (boleta tradicional y electrónica), y en la provincia de Buenos Aires, debido a la cantidad de categorías para elegir.