El Gobierno de Mauricio Macri generalizó de tal manera la pobreza y el desempleo que el segmento más protegido históricamente, los varones de entre 30 y 64 años, fue el más perjudicado. En este estrato de la población económicamente activa, la desocupación se disparó en los últimos cuatro años un 129 por ciento, más del doble que el resto de los segmentos.
“Una radiografía de los casi cuatro años de gestión de Cambiemos en la Argentina permite concluir que se amplió la brecha socioeconómica geográfica entre el norte y el sur del país y que también se agravaron las diferencias existentes en materia de desempleo y pobreza entre varones y mujeres”, advierte el informe del proyecto que dirige Vallejos.
“Al tratarse de estratos que estaban prácticamente cubiertos, el impacto de la crisis ha sido más profundo en términos relativos”, de acuerdo con el documento. En el actual contexto patriarcal el empleo “más protegido” era el de “los jefes de hogar”, por lo cual siempre mostraron niveles más bajos de desempleo en el mismo rango etario que las mujeres. En caso de despidos, se empezaba por los más jóvenes y por las mujeres y se mantenía a quien supuestamente era el sostén de hogar.
En el segundo trimestre de 2015 el desempleo general era de 6 por ciento de la población activa. En mujeres de 14 a 29 años se ubicaba en 16,3 por ciento y en varones, en 12,9 por ciento. Para el rango de 30 a 64 años había un desempleo de 5 por ciento en mujeres y de 3,1 por ciento en varones. Cuatro años después, la desocupación se disparó a 10,6 por ciento a nivel general. En mujeres hasta 30 años alcanza a 23,4 por ciento y en hombres, al 18,6 por ciento. En el rango de 30 a 64 años el gobierno de Macri logró casi la igualdad –nivelando para abajo-, ya que en mujeres la desocupación es del 7,6 por ciento y en hombres, del 7,1 por ciento.
“Resulta llamativo que la región con mayor proporción de población con ingresos por debajo de las líneas de indigencia y de pobreza presenta una tasa de desocupación más baja que el resto de las regiones”, señala el informe. Sin embargo, si se observa la oscilación en términos relativos, el noreste también es la región con mayor incremento en el desempleo, con un 117,6 por ciento en el período comprendido entre el segundo trimestre de 2015 y el mismo período de 2019. Esta situación responde a que los bajos ingresos por el tipo de actividad predominante de la región se traducen en una tasa más alta de incidencia de la pobreza e indigencia que la media del país. Por ejemplo, en el Gran Buenos la desocupación creció un 65,3 por ciento, mientras que en el noroeste aumentó 80,8 por ciento y en el noreste, un 117,6 por ciento.
La actividad económica ingresó en un período recesivo en 12 de los últimos 15 meses, etapa en la que tampoco se generó empleo. Además, aún persiste el traslado a precios de la devaluación: en agosto la inflación trepó al 4 por ciento y continuó en alza en setiembre. Esto aceleró el aumento de la pobreza –según publica Página 12-.
“Los adultos presentan la mayor incorporación de pobres e indigentes en términos relativos, tal como sucede con los adultos varones y el desempleo”, señala el informe elaborado por los especialistas Genaro Grasso, Estanislao Malic, Horacio Rovelli, Federico Vaccarezza y Martín Carro. En el Gran Buenos Aires la indigencia pasó del 6,4 por ciento al segundo semestre de 2016 –entre fines de 2015 y principio de 2016 hubo un apagón estadístico dispuesto por el gobierno- a 8,3 por ciento en el primer trimestre de este año, con un aumento de 29,7 por ciento. En la región del noreste aumentó 119,6 por ciento al pasar de representar el 5,1 por ciento de su población al 11,2 por ciento. En la Patagonia aumentó el 21,2 por ciento de 3,3 a 4,0 puntos y en Cuyo pasó de 4,3 a 5,9 puntos, con un alza de 37,2 por ciento.