Se convirtió casi en una utopía que la final de la Copa Libertadores 2019 entre River y Flamengo se dispute de manera normal en el estadio de Santiago. El conflicto social que estalló hace más de dos semanas en el país trasandino amenaza con provocar el cambio de sede. Y el plan de boicotear la final a través de una masiva marcha hacia el estadio monumental de Santiago, parece haber sido la gota que rebalsó el vaso. Hoy se define en Conmebol si finalmente hay cambio de sede.
Tras los festejos por haber superado a sus rivales en las semifinales, River y Flamengo se enfocaron 100% en la primera final única de la Libertadores programada para el sábado 23 de noviembre, en el estadio monumental de Santiago. Pero, hace más de dos semanas que el foco en Chile está puesto en otro lado.
El estallido social iniciado el 18 de octubre sigue manteniendo en vilo al país, lo que provocó la suspensión del torneo de futbol local organizado por la FFCh (Federación de Futbol de Chile) y ahora, posiblemente, el cambio de sede de la final de la Copa Libertadores.
Con un saldo de más de 20 muertos y 2mil heridos, además de 10mil detenidos desde el inicio del conflicto, los pobladores rechazan la posibilidad de que el partido se dispute en el país ante tal panorama, y como la decisión del cambio de sede todavía no fue tomada –Piñera , el presidente chileno, quiere a toda costa que la final se juegue allí- los manifestantes están decididos a realizar una marcha hacia el estadio el día del partido, de la que participarían las barras bravas de los equipos más influyentes del país, como lo son Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica.
Ante este panorama, el presidente de la Conmebol, Alejandro Dominguez, convocó una reunión para la tarde de este martes en la que participarán los presidentes de River y Flamengo, al igual que los jefes de la asociación del futbol argentino y el brasileño, como también el de la federación de futbol chileno. En dicho conclave se decidirá si finalmente se produce el cambio de sede, lo que sería la decisión más coherente y viable ante el panorama que se vive en el país trasandino.
La sede que corre con más posibilidades para reemplazar a Santiago es Asunción, más precisamente el estadio “La nueva Olla”, donde hace de local Cerro Porteño. Dicho estadio es también, sede de la final de la Copa Sudamericana de este año donde se verán las caras Colón de Santa Fe e Independiente del Valle de Ecuador.
En la semana, Marcelo Gallardo había expresado su preocupación con respecto a la situación social en Chile, asegurando que “lo futbolístico pasa a segundo plano, espero que el pueblo chileno pueda encontrar la paz”.
En la misma sintonía hablaron jugadores y dirigentes del millonario, que esperan una resolución inmediata y el anuncio de la nueva sede para que tanto los equipos como los hinchas programen de manera anticipada viajes, alojamiento y demás detalles técnicos necesarios para afrontar un compromiso de tal magnitud.