Un grupo de ocho personas atacó la comisaría de la zona oeste esta mañana. El guardia y el oficial de servicio se cubrieron del ataque y rápidamente salieron en busca de los agresores. Varios se escaparon pero tres sospechosos fueron detenidos.
Esta mañana ocurrió un nuevo ataque en la comisaría de Laprida, el cuarto en los últimos meses y el segundo atentado en menos de tres semanas. Pero esta vez, los efectivos policiales que fueron víctimas una vez más de una lluvia de piedras, persiguieron al grupo agresor y atraparon a tres sospechosos.
Según informaron las fuentes a Diario Patagónico, sobre las 7 de la mañana, un grupo de 8 o 9 personas llegaron hasta la comisaría de Laprida y se colocaron frente al edificio. De repente, comenzaron a arrojar piedras de gran tamaño contra el edificio y con brutal violencia. De esa manera, rompieron dos vidrios, las estructuras metálicas de las aberturas, como así también una puerta.
Las pedradas hicieron que el guardia y el oficial de servicio se cubrieran y una vez que cesó el ataque salieron en busca de los agresores. El grupo que andaba a pie corrió hacia la plaza de Laprida, donde finalmente, tres de sus integrantes fueron detenidos. Los otros individuos alcanzaron a escapar.
Los aprehendidos fueron identificados como Daniel Ezequiel Escudero (20), Claudio Rubén Díaz (18), y José Luis Reinoso (18) quienes quedaron a disposición de la justicia por daño a un edificio público.
Es el cuarto ataque en menos de seis meses, uno ocurrió en octubre del año pasado y otro en enero de este año, sumado a otros dos ataques en lo que va de las últimas tres semanas.
Según informó la jefatura de la comisaría Laprida, los ataques recientes creen que se deben al malestar de los grupos violentos del barrio ante los controles sorpresivos que se realizan en la jurisdicción. Es que al reforzarse la comisaría con algunos empleados más, se han labrado actas de consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública a grupo de jóvenes que se juntan en las esquinas, e incluso se secuestró gran cantidad de vehículos por infracciones a la ley de tránsito.
También, los sabuesos policiales del oeste ya secuestraron cuatro armas de fuego en menos de tres semanas en distintos operativos en Valle “C”, Manantial Rosales, y Laprida. Una de esas armas incautadas fue incluso la que llevaba un efectivo policial.
“Se hacen controles sorpresivos que evidentemente les molesta a los jóvenes”, dijo una fuente de la comisaría.
Hoy no hubo que lamentar ningún policía herido ante el atentado, pero ya se trabaja en procura de generar algún mecanismo de seguridad para los ventanales de la comisaría en procura de no recibir más roturas de este tipo.