El vicepresidente Federico Franco asumió hoy al frente del Ejecutivo nacional en un acto desarrollado durante una sesión conjunta de la Cámara de Diputados y el Senado, a pocas horas de haberse aprobado la destitución del Presidente Constitucional Fernando Lugo, por “mal desempeño en sus funciones” y a quien le restaba un año para terminar su mandato.
La asunción contó con la presencia de varios dirigentes de partidos que apoyaron la destitución de Lugo. El proceso mediante el cual el ex obispo fue removido del cargo duró poco más de 24 horas. El nuevo presidente de la República permanecerá al frente del Ejecutivo hasta el 15 de agosto de 2013.
Previo al acto de juramento de Franco, se entonaron las estrofas del Himno Nacional del Paraguay. Luego de jurar, Franco dijo sus primeras palabras como primer mandatario de ese país: “La Republica del Paraguay vive momentos difíciles y en estos momentos y circunstancias, Dios y el destino quiso que asuma la presidencia de la república”, comenzó su discurso en el que nunca mencionó a Lugo, quien lo llevó a integrar la primera magistratura del país, y se pronunció como iniciando un nuevo proceso antes que la continuidad del mandato de su predecesor a cuyo gobierno perteneció por casi cuatro años.
“Paraguay debe ser construido por todos los sectores”, prosiguió y prometió “llegar al 15 de agosto de 2013 y entregar la banda de Presidente de la Republica”. Acerca del modo en que asumió la Presidencia, Franco dio una explicación llamativa, fue “mediante un mecanismo constitucional se da la alternancia”.
“No tengo odio, tampoco rencores”, aclaró y se comprometió a un “trato institucional y respetuoso; terminó la época en que los cargos” los ocupan los familiares y amigos. “Se respetará la foja de servicio”, anunció. Sobre el sector externo, reveló que habló con los cancilleres y les dijo que “este Gobierno mantendrá el respeto irrestricto a la Constitución Nacional, las leyes y los tratados internacionales”.
En otras medidas que anunció a pesar de que debería dejar el cargo en un año, pidió que “por la sangre derramada en el desalojo, facilitar recursos para predios y para la recuperación y un desarrollo rural sostenible”. También destinará la energía de las represas de Itaipú y Yaciretá, “para generar industrias”.
Por último, luego del juramento trascendió que el primer cambio de Gabinete sería el del Canciller, quien deberá comenzar a elaborar la estrategia diplomática frente a las sanciones de los países vecinos, como en el caso de Brasil que ya pidió expulsar a Paraguay del Mercosur y la Unasur.