Dos escritores, una asistente que trabajó con ambos y una obsesión en el nuevo largometraje de Sebastian Schindel.
Basada en la novela La muerte lenta de Luciana B de Guillermo Martinez, La ira de Dios, la nueva producción de Netflix Argentina, tiene a dos de sus máximas figuras, Diego Peretti y Juan Minujín, junto a la actriz revelación de Luis Miguel: la serie, Macarena Achaga, en un thriller psicológico bastante interesante desde el planteo de la historia.
Con un tema atractivo y un film de género con un realizador que sabe moverse en él, seguramente sea la nueva película en conversación de las próximas semanas. Muy buenas ideas, pero no tan acertada la ejecución, señaló Infobae.
Es la nueva película original de “Hecho en Argentina”, la estrategia de Netflix que busca hacer contenido local en diferentes países de todo el globo. En este caso, el film que llegó a la plataforma este 15 de junio sigue la historia de Luciana (Macarena Achaga), una joven que trabajaba con dos escritores, uno de renombre, Kloster (Peretti), y otro que decidió continuar en el periodismo, Esteban Rey (Minujín), y termina en un círculo de misteriosas muertes en su familia.
El film comienza con el encuentro de estos tres en la presentación de un nuevo libro de Kloster en una librería donde antes se encontraba el cine Grand Splendid. El marco era imponente y allí surge la primera gran intriga que luego la película tratará de explicar desde el principio, pero yendo y viniendo entre pasado y presente. La base es la lucha obsesiva de Luciana por salvar la vida de su única familiar viva, su hermana menor Valentina, que pondrá a la protagonista en una carrera contra sus propios fantasmas. Correcta actuación de Achaga que logra trasladar ese cambio de registro entre su personaje a través de esa década.
Con la dirección de Sebastián Schindel, director de El patrón y Crímenes de familia, la ficción exclusiva de Netflix tenía todo para ser un film de los más notables del año en cuanto a realización, puesta en escena y guion. Técnicamente goza de buena salud. Tiene un muy buen arranque con un planteo interesante sobre una situación incómoda entre secretaría y empleador, que se va construyendo y conquistando el interés del público por las consecuencias de ese mismo hecho y cómo impactó en la vida de ambos. Sin embargo, no logra mantener ese nivel de interés durante toda la película.
Peretti y Minujín están bien, pero quizá el verlos repetidamente en personajes un tanto similares, oscuros, agobiados, con una lucha pesada, hace que se sientan repetitivos y sin poder presentar todo el potencial de sus interpretaciones. Es cierto que el personaje de Macarena es la que más debe lucirse porque es la que pasa más tiempo en pantalla, pero los dos actores solo acompañan. Peretti posiblemente esté mejor en este duelo actoral por la construcción casi de un estereotipo de intelectual resentido.
La ira de Dios muestra un buen trabajo de producción y la película resulta entretenida. Sostiene la intriga inicial hasta el final, y aunque por momentos se siente perdida, logra cumplir su cometido. Sí hay que reconocer que no es de lo mejor del talentoso director Sebastian Schindel, pero se sostiene y seguramente cumpla con las expectativas de Netflix: que se hable del producto en las próximas dos semanas.
El nuevo film de Netflix Argentina, La ira de Dios, ya está disponible en la plataforma.