El aberrante hecho ocurrió en Australia en 2019, ahora el hombre se declaró culpable y enfrenta una pena de hasta 20 años de cárcel.
Lucas, un bebé de dos meses, fue asesinado a golpes por su padre en octubre de 2019 en Australia. El hombre, identificado como Joseph William McDonald, de 23 años, confesó ante el tribunal que lo juzgó que lo hizo porque el llanto de su hijo no le permitía jugar a la PlayStation. En las próximas semanas recibirá la sentencia, la cual podría ser de hasta 20 años.
El 4 de diciembre McDonald se declaró culpable del cargo de homicidio infantil ante la Corte Suprema del estado de Victoria. En su testimonio sobre el momento de los hechos contó que sintió “frustración” mientras jugaba un juego y por eso atacó al menor, señaló TN.
El hecho
El 24 de octubre de 2019, la mamá del bebé, Samantha, estaba en la cocina de su casa y desde allí escuchó al niño, que estaba en un cuarto contiguo, llorar mucho. Ante esto acudió a ver qué le pasaba y le preguntó a su pareja qué había pasado y él respondió que simplemente había estado “acurrucándolo”.
El menor no fue llevado al médico en ese momento ya que la mujer pensó que el llanto podía haber sido producto de una reciente vacuna que le habían dado y que se trataba de algún efecto secundario. Sin embargo con el correr de las horas el bebé rechazaba el alimento y esto hizo que ella creyera que podía tratarse de otra cosa.
Por este motivo, lo llevó a un hospital ubicado en Benalla al día siguiente y desde allí lo trasladaron al Hospital Infantil Monash, en Melbourne. Los estudios que allí le hicieron determinaron que presentaba lesiones de gravedad. A los cuatro días murió.
Al dar su versión de lo sucedido ante los médicos y las autoridades, McDonald sostuvo que “accidentalmente” presionó demasiado fuerte en la parte posterior de la cabeza de su hijo porque “no dejaba de llorar”.
Investigación
En la investigación posterior, los especialistas que atendieron al bebé confirmaron que las heridas que presentaba fueron provocadas por temblores y fuertes sacudones. Ante estas pruebas, la mujer acusó formalmente a su pareja que desde ese momento quedó detenido bajo sospecha.
Durante el juicio que comenzó hace unos meses, la madre del bebé enfrentó a al hombre: “No mereces perdón, ni tampoco el título de padre”, le dijo.
Días antes de matar a Lucas, el hombre había buscado un tratamiento para su adicción y problema de ira y le había pedido disculpas a Samantha por ser un “mal compañero y un mal padre”.
Ahora, casi un año después, McDonald se declaró culpable y confesó que ese día golpeó a su hijo porque “no lo dejaba jugar a la PlayStation”. La pena que le corresponde por el crimen se conocerá a fin de diciembre, y se prevé que alcance los 20 años de cárcel.
