El femicida era amigo de la familia de la víctima: «Me mandé una cagada», dijo. Quedó detenido por el crimen de Tatiana.
Tatiana Guzmán murió después de agonizar durante casi 11 días. La adolescente de 15 años se resistió a un intento de violación y fue apuñalada cinco veces por un vecino en su casa de la ciudad de San Rafael, en Mendoza.
El salvaje ataque ocurrió el 7 de julio por la tarde, cuando la víctima fue sorprendida por un hombre que ingresó por la ventana al saber que se encontraba sola. Se trataba de Diego Ángel Lea, conocido en el barrio como El Tapado porque siempre andaba con cara cubierta, quien la llevó por la fuerza al baño y trató de abusar sexualmente de ella.
Tatiana se resistió y el abusador, que tenía un cuchillo, la apuñaló en el abdomen y le provocó cortes en la cara y en el cuello. Esta última herida, para los investigadores, fue un último intento por degollarla para escapar impune.
El padre de la adolescente entró a su casa justo en el momento en el que Lea empezaba a salir por la misma ventana por la que había ingresado. Se conocían, el acusado era amigo de la familia y segundos antes de saltar, le dijo: “Me mandé una cagada, llevame preso”, según publicó el portal El Sol. Pero no le dio tiempo, y escapó corriendo.
El hombre empezó a llamar a gritos a su hija hasta que la encontró finalmente tirada en el piso del baño y cubierta de sangre. La llevó en su auto hasta el hospital Schestakow, donde estuvo internada en terapia intensiva hasta el sábado a la madrugada.
«El Tapado» fue detenido por el crimen horas después, pero tras la muerte de la joven se espera que se agrave la imputación en su contra. La carátula de la causa quedaría como “abuso sexual simple en grado de tentativa en concurso real con homicidio criminis causa y femicidio en concurso ideal en calidad de autor”.
En las próximas horas además se conocerán los resultados de las pericias psicológicas que se le hicieron a Lea para determinar si es imputable.
Fuente: TN