Juan Oscar Pérez, contó las experiencias que tuvo él y su familia con entidades extraterrestres a lo largo de su vida. Además, afirmó que estos encuentros le han generado efectos secundarios.
Juan Oscar Pérez, es un gaucho que vive en Venado Tuerto, Santa Fe. Una noche, cuando tenía 12 años y se encontraba en el medio del campo, vio un ovni. La aventura no terminó allí, si no que se subió a uno de estos aparatos, presumiblemente extraterrestres, y mantuvo un contacto con sus tripulantes. Esto ocurrió el 6 de septiembre de 1978.
Esa es la historia de Juan, de la que mucho se ha escrito y dicho, no solo en documentales, sino también en películas que pueden ser apreciadas en diversas plataformas. Pero el hombre no es el único de su familia que tuvo contacto con “alienígenas”. Su madre también tuvo un encuentro cercado del tercer tipo.
A los 12 años, la pequeña caminaba por el campo con su perro ovejero, “era su compañero, como su hermano”, cuenta Juan a Marco Bustamante de Crónica. De pronto y sin previo aviso, apareció una misteriosa luz proveniente de una nave. Esta inmediatamente le arrebató el animal. Hasta el día de hoy la mujer recuerda el nombre de su amigo que fue llevado por extraterrestres.
Juan Pérez a los 14 años junto a su padre, su hermano más chico, el famoso astrofísico Jacques Valée y un investigador.
EXPERIENCIAS A LO LARGO DEL TIEMPO
En la actualidad, la madre de Juan sigue teniendo premoniciones, “una percepción especial”, dice el hombre. Hace poco, estaba cocinando y comenzó a hablar de su nieto, Nicolás. Pocos minutos después recibió un llamado telefónico de la cuñada advirtiéndole que algo había pasado.
La última experiencia de la mujer con Ovnis ocurrió hace poco, cuando una luz apareció en el fondo de su casa. Juan escuchó los gritos y pensó lo peor. Comenzó a también a oír el sonido similar a un cable de alta tensión y veía un intenso resplandor. Pocos segundos después, la señora salió corriendo y se metió adentro de su casa.
Desde otro ángulo de la escena, una hermana de Juan contemplaba todo atónita, un perro le ladraba a la nave que flotaba a 4 metros del suelo. Desde ese día, el animal nunca volvió a su casa.
La experiencias con naves extraterrestres de Juan Oscar Pérez no terminan. La conexión con el fenómeno podría venir desde mucho antes de su encuentro a los 12 años, incluso desde antes de su nacimiento.
