Vaca Muerta ya no es una promesa, es una realidad, un recurso extraordinario por calidad y tamaño. Y en especial por todo lo que puede aportar a la economía en materia de competitividad. Es lo que está traccionando millonarias inversiones para extraer gas y petróleo de forma no convencional. «En 2019 Argentina va a ahorrar u$s 2000 millones» explicó Carlos Ormaechea, presidente y CEO de Tecpetrol, la petrolera del grupo Techint, durante el 17° Seminario ProPymes, que tuvo lugar esta mañana en La Rural.
El ejecutivo explicó que si no tuviéramos los 30.000 millones de m3/día que se produce en Vaca Muerta, «las importaciones serían casi u$s 4000 millones más». Una parte de eso, u$s 1400 millones se facturan al mercado interno, u$s 1200 millones ahorra el Estado y u$s 800 millones el sector privado.
En los últimos 18 meses Tecpetrol lleva invertidos u$s 1800 millones en Vaca Muerta, especialmente en el proyecto Fortín de Piedra, de un total de u$s 2500 millones que se volcarán hasta fines de 2019. Ya produce el 12% de todo el gas del país, con 4500 empleos y dando trabajo a casi 1000 pymes en todo el territorio nacional.
Pero si bien el potencial es enorme, aún hay mucho por hacer. «Hace falta expandir la capacidad de transporte para que el desarrollo de Vaca Muerta sea pleno», señaló Ormachea. Y fue por más. El horizonte hoy excede el mercado interno. «Necesitamos más mercado que la Argentina», apuntó.
Tras la reanudación de exportaciones de gas a Chile, ahora el desafío es abrirse al mundo. «Todo está dado para que seamos la fuente energética del Cono Sur», se entusiasmó el ejecutivo.
Con las inversiones realizadas y las comprometidas por las operadoras, los números empiezan a cerrar. Hoy el precio del gas importado (LNG) ronda los u$s 8 el millón de BTU, a los que hay que sumar u$s 1,5 por regasificación y u$s 0,5 en concepto de transporte. Por su parte, el gas de Vaca Muerta cuesta u$s 6 produciendo sólo en invierno y puede bajarse a u$s 4 produciendo los 12 meses del año. A esto se agregan u$s 3 por transporte, de modo que el precio es muy competitivo –según publica El Cronista-.