El Letagum Institute, con sede en Londres (Reino Unido), presentó el informe anual que cuantifica la prosperidad en 167 países de todo el mundo. Allí se evalúan las fortalezas y debilidades de cada uno de ellos. Argentina se ubicó en el puesto número 59 y ascendió cuatro lugares respecto al índice de 2018.
Si se tiene en cuenta la medición de 2009 respecto a la publicada este año, Argentina sólo escaló un lugar en el ranking general. Según el informe, el país “se desempeña con mayor fuerza en libertad personal y salud», pero es más débil en las condiciones que se les ofrecen a los inversores.
En la categoría “libertad personal» Argentina se ubicó en el puesto número 30, encontrando su mejor posición dentro del Índice de Prosperidad, que también resaltó cuáles son los puntos más endebles de las naciones. Si bien Argentina mejoró en la calidad de gobierno en relación a los parámetros de una década atrás, empeoró en otros indicadores respecto a la misma medición de 2018.
En seguridad y protección pasó del puesto 66 (2018) al 93 (2019). Lo mismo ocurrió en libertad personal (22 al 30) y capital social (75 al 113). Sin embargo, de un año a otro hubo síntomas de mejoras en algunos aspectos y escaló posiciones en calidad económica (110 al 108), calidad de gobierno (64 al 53), educación (74 al 53), entorno natural (79 al 50) y salud (57 al 46).
ara alcanzar la definición de prosperidad, el índice combina el crecimiento económico con el nivel de libertades y democracia en un país, así como las mediciones de felicidad y calidad de vida.
En América Latina y el Caribe, la prosperidad aumentó significativamente desde 2009 hasta ahora, aunque se estancó en 2014. En las mejoras -aquí se incluye a la Argentina- “todos los países vieron una mejora en su acceso al mercado y su infraestructura”. También en la seguridad (aquí Argentina disminuyó su performance) como la educación y las reformas que han adoptado algunos países en sus sistemas educativos.
El informe destacó que, a pesar de que la calidad de los gobiernos se vio deteriorada en la región, Argentina y Ecuador fueron los únicos países que lograron resistir a la tendencia y escalar 24 posiciones en la última década. En el caso de Chile, Haití y Nicaragua, el deterioro fue la consecuencia de la poca efectividad de los gobiernos y la responsabilidad política de ellos. En Venezuela, el índice manifestó que se vive una “situación política recientemente inflamada”.
En el ranking latinoamericano, el mejor ubicado fue Chile (37). Luego Costa Rica (38), Uruguay (39), Panamá (51), Trinidad y Tobago (55) y Perú (56). Recién en el séptimo lugar Argentina (59), quien superó a México (67), Brasil (69), Colombia (72), Paraguay (79), Ecuador (80), Cuba (95) y Bolivia (105). Venezuela, en el puesto 143, ocupó el anteúltimo lugar de la tabla que tuvo a Haití (153) como el peor país de la región.
Respecto a las naciones latinoamericanas, Argentina encontró su principal déficit en las condiciones para emprender. Es decir, en los términos que encuentran los inversores extranjeros para hacer negocios e incorporar capital en el país. En el índice, se lo expresa como “el pilar que mide el entorno empresarial de un país es su infraestructura, las barreras a la innovación y la flexibilidad del mercado laboral”.
En este ítem, Argentina está en el puesto 18 de los 28 que conforman el grupo latinoamericano. Un puesto que implica estar debajo -entre otros- de países como Uruguay, Perú, México, Colombia y Brasil.
En cuanto a la “tabla general”, desde 2009 hacia acá Argentina osciló entre el puesto 59 y 63. En 2015 alcanzó su peor posición cuando fue ubicado en el puesto 68. En la región, el país que más creció durante la década fue Ecuador, seguido de Paraguay y Perú. En el caso ecuatoriano, el país pasó del puesto 94 en 2009 al 80 en 2019. El peor fue Venezuela, quien ocupó la posición número 116 hace 10 años y actualmente está en el 143.
En este último Índice de Prosperidad, Argentina fue ubicado en el grupo de los países “medio prósperos”. Es decir, que mantienen un nivel estándar sin crecimiento pero sin un descenso significativo. Lo ocupa junto a Macedonia del Norte, Trinidad y Tobago, Perú, China, Bahrein, Omán, Armenia, Kuwait, Indonesia y Jamaica.
Los primeros 10 puestos del ranking mundial los ocuparon Dinamarca, Noruega, Suiza, Suecia, Finlandia, Países Bajos, Nueva Zelanda, Alemania, Luxemburgo e Islandia. El Índice de Prosperidad es revisado y criticado por un panel asesor de académicos y expertos que representan a una amplia gama de disciplinas.
“Llevamos a cabo una extensa revisión para cada pilar analizando la literatura académica. Identificamos más de 200 variables que tienen un efecto sobre la riqueza y el bienestar. Esta lista fue basada en el aporte de académicos y políticos expertos en cada área de los pilares, quienes asesoraron sobre la fiabilidad de las fuentes de datos, medidas alternativas y la credibilidad de la medición de variables”, indicaron desde el Legatum Institute en el informe.
“Las variables en el Índice de Prosperidad se basan en muchas unidades de medida diferentes, incluyendo números de individuos, años, porcentajes, entre otras cuestiones. Estas diferentes unidades necesitan ser normalizadas para la comparación entre variables y países para que tengan sentido. Empleamos una distancia de enfoque de frontera para esta tarea. El enfoque de frontera compara el desempeño de un país en una variable con el valor de la lógica. Es decir, el mejor caso lógico y el peor caso», completó el estudio.
Fuente: Infobae