Existe “un potencial significativo” para el crecimiento del sector energético y de la minería en la Argentina, según señala el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su último informe sobre el país. Las exportaciones de crudo podrían llegar a 14.000 millones de dólares adicionales en 2030 y las ventas externas de minerales se podrían multiplicar por cinco.
En lo que respecta al sector energético, la alineación de los precios minoristas de los combustibles con los precios internacionales, la propuesta de eliminar el precio máximo interno del petróleo, junto con la fijación de precios de los servicios públicos de electricidad y gas natural basados en el mercado, respaldarán la inversión en las reservas de gas y petróleo de esquisto, impulsando posteriormente exportaciones de energía.
También se ha presentado legislación al Congreso para fortalecer las regulaciones y mejorar los incentivos para la inversión a largo plazo en energía y minería, incluidos los metales verdes, publicó Ámbito.
Existe un potencial significativo para un fortalecimiento adicional del balance energético impulsado por el crecimiento de las exportaciones, especialmente a los países vecinos.
Según evaluaciones independientes, las exportaciones de petróleo crudo podrían aumentar de manera constante desde alrededor de 100 kbbl/d en 2023 a 900 kbbl/d en 2030, generando 14 mil millones de dólares adicionales en exportaciones anuales.
La exportación potencial de GNL también ofrece importantes ventajas, aunque esto también requeriría una importante inversión en infraestructura para construir terminales de licuefacción. Sin embargo, estas ambiciosas cifras siguen estando condicionadas a un marco macroeconómico y regulatorio adecuado que ayude a cubrir un déficit de inversión estimado en 40.000 millones de dólares a medio plazo.
De manera similar, el sector minero podría generar un aumento de casi cinco veces en sus exportaciones en el mediano plazo.
Tres cuartas partes del aumento potencial podrían provenir de las exportaciones de litio (12 mil millones de dólares), y el resto provendría principalmente de las exportaciones de cobre (5 mil millones de dólares), cuya producción se espera que comience en 2027, junto con cantidades menores de exportaciones de oro y plata.
Lograr este potencial requerirá la entrega y ejecución de importantes inversiones: hasta ahora se han anunciado 17 mil millones de dólares en inversiones mineras, con 6 proyectos ya en construcción y más de 70 en etapas avanzadas, según el Ministerio de Minería.
Esta dinámica se refleja en la base del programa para las entradas de IED a mediano plazo. Sin embargo, el impacto en la balanza comercial sigue siendo incierto, dado el alto componente de importaciones esperado en las primeras etapas de los proyectos mineros.
La realización de estas inversiones dependerá de garantizar la estabilidad macroeconómica, pero también, de manera crucial, de las reformas planificadas para mejorar la previsibilidad del régimen de inversiones.