De acuerdo con un trabajo realizado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), que coordina el economista, Santiago Fraschina, Argentina se ubica como el primer deudor global con el FMI, cuya magnitud alcanzará en 2019, el 60% del PBI nacional.
Según el informe de la UNDAV, el último acuerdo del gobierno nacional con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las previsiones que realiza sobre la economía, que implican un crédito de casi 57.000 millones de dólares, Argentina pasa a ser el principal deudor global de la cartera de préstamos del organismo financiero.
En tal sentido, del total de la deuda contraída, “cuya enorme proporción se desembolsará antes de fines de 2019”, pero que se deberá devolver en más del 85% durante el próximo gobierno, explica el 27,9% de los créditos del fondo, seguida por Grecia (16%), Ucrania (14%), Egipto (10,8%) y Pakistán (8,1%).
“Se trata de un acuerdo supeditado a condicionalidades en el manejo de las finanzas públicas, que implican la agudización del proceso de ajuste fiscal” explican en el informe, para luego destacar que “para el año próximo se prevé una baja en el gasto de más de 350.000 millones de pesos en el Presupuesto”.
El trabajo señala que el Fondo Monetario reconoce una situación económica deteriorada mucho mayor que en el informe del primer acuerdo, ya que las “estimaciones del organismo multilateral han pasado de pronosticar un escenario de escaso crecimiento del 0,4% para 2018, a un panorama de abierta recesión, con una caída de 2,8%” este año, mientras que para 2019, la estimación pasó de un leve crecimiento de 1,5%, a una nueva caída, de -1,7%.
Malos pronósticos
Asimismo, la alta casa de estudios pronostica que “El oficialismo terminará con magros desempeños en materia económica, ya que acumulará una caída del PBI del orden del 3,5% en sus 4 años de mandato, en tanto que el consumo privado bajará 12% y la inversión 11,2%”, en tanto que, respecto al consumo, estima que la caída será mayor “teniendo en cuenta el fuerte golpe que han recibido los ingresos de las clases medias y bajas”. En ese contexto, el FMI pronostica una caída del consumo privado de 9,9% para 2018 y de 4,6% para 2019.
Magras Inversiones
Tomando en cuenta las inversiones, el acuerdo tampoco servirá para favorecer la tan mentada “lluvia de inversiones” que tantas veces se prometió desde Cambiemos, porque según el mismo Fondo Monetario, la inversión volverá a caer en 2019 y será 11,2% menor que los niveles de 2015.
También habrá una baja en las inversiones extranjeras directas (IED) con respecto al último año de gobierno de Cristina Kirchner, porque las mismas van a promediar un volumen de 0,4% del PBI, cuando en 2015 estaba en el orden del 1,7%.
Caída del PBI
El Producto Bruto Interno (PBI) medido en dólares per cápita, se volverá a reducir en 2019. Será el tercer año de caída del cuatrienio. Ello significa que “la merma acumulada en los cuatro años de gestión de Mauricio Macri será superior al 30%”.
En el informe alertan sobre el crecimiento de la deuda pública en relación al PBI, que se estima representará el 81% en 2018, cuando en el acuerdo anterior se estimaba sería de 64,5%. Asimismo, advierten que “este indicador podría agravarse significativamente en el caso de un nuevo salto en el tipo de cambio, y una caída mayor en el PBI”.
Pesada deuda
En cuanto a la deuda externa, el FMI estima que pasará a representar el 60,6% del PBI, cuando este volumen de deuda externa proyectada era de 52,6% en el acuerdo original, que data de hace tan solo 3 meses, mientras que en 2015 el nivel de deuda era de menos del 28%.
Mayor presión impositiva
En cuanto a la disminución de la presión impositiva, otro de los objetivos que anunciaba Cambiemos antes de asumir, tampoco va a cumplirse por “la necesidad de recurrir al FMI y de aumentar las tasas impositivas como forma de converger aceleradamente hacia las metas fiscales”.
De acuerdo a las estimaciones del Fondo Monetario “la presión tributaria se ubicaría en 2019 por encima de la del 2015”, ya que el año 2019 va a cerrar con un 25,3% de presión impositiva sobre el PBI, mientras que el año 2015 mostró un 24%.
Cuando los especialistas de la Universidad de Avellaneda calculan la relación entre el presupuesto destinado a partidas sociales y el pago de intereses de la deuda -correspondientes al año 2019-, señalan que por cada 100 pesos que destinados a cancelar intereses, irán 22 pesos a política alimentaria, 22 a vacunación, casi 16 para la industria, y 1,6 para construir jardines de infantes, según el Observatorio de Políticas Públicas de la Undav.