Luego de haber permanecido todo el día y la noche en la sede gremial de Neuquén, los ocupantes de la UOCRA (unas 60 personas) que reclaman la intervención del gobernador Omar Gutiérrez y del dirigente nacional Gerardo Martínez para que regularice la conducción del sindicato sin el interventor actual, Víctor Carcar, señalado por la violencia en el gremio, ni Carlos Levi, detenido tras el tiroteo en Vaca Muerta, afirman que aún no tienen orden de desalojo y manifiestan su enojo con la policía que dicen, no les permitió ingresar alimentos.
Un grupo de 60 personas que ayer ocupó la sede del sindicato de la construcción UOCRA en Neuquén, continúa en el edificio y exigen a la policía que les permitan el ingreso de alimentos. Esta madrugada el dirigente Ernesto Riffo tomó el reclamo para iniciar negociaciones.
«Queremos aclarar que esto no es una toma, porque somos trabajadores y esto se construyó con nuestro aporte», explicó hoy Andrés, uno de los referentes del grupo que ayer se atrincheró dentro de la sede y aclaró que «nosotros no nos sentimos representados por ninguno de los dirigentes del gremio». Al ser consultado por la intervención de Riffo sostuvo que «el vino a hablar con nosotros para tomar nuestro reclamo y mediar con autoridades».
El hombre explicó que anoche alrededor de las 22 mantuvieron una reunión con el interventor del gremio, Víctor Carcar, pero criticó que «le pedimos acciones para pacificar el gremio y no tiene intenciones, él es el que puso a todos los violentos y él es el que maneja todo. Nosotros queremos que se termine la violencia, que la gente pueda trabajar en paz, pasan un montón de cosas y la gente no se anima a denunciar por miedo».
En declaraciones radiales Riffo señaló que «anoche hasta última la madrugada tratamos de hablar de alguna forma con el subsecretario -Gustavo- Pereyra para que nos deje pasarle algún alimento porque son trabajadores, no son delincuente. Pero no hubo forma, no tiene sentido lo que pasa».
El referente explicó que ayer habían iniciado negociaciones con la policía y que habían llegado a un arreglo: «nos pidieron que salgan diez personas con los bidones de nafta que teníamos y a cambio nosotros podíamos ingresar alimentos. Pero nos faltaron a la palabra y no nos dejaron entrar la comida, esto nos hace enojar aún más con el gobierno provincial». En ese contexto mencionó que anoche se había redoblado la presencia policial porque unas 80 personas llegaron para «manifestar su apoyo con nuestro reclamo».
Además, el grupo indicó que hasta el momento no han recibido notificación de desalojo.
Este nuevo capítulo del conflicto de la UOCRA comenzó el miércoles pasado, cuando un grupo llegó en camionetas al yacimiento Sierras Blancas, al obrador que la empresa EDVSA tiene como contratista de Shell y donde se encontraban unos 60 obreros, atacó al dirigente Juan Acsama y disparó al menos unas 50 veces.
Por ese tiroteo en Vaca Muerta, se les dictaron seis meses de prisión preventiva al dirigente Juan Carlos Levi y otro de los integrantes de la UOCRA, Emanuel ‘El Lechuga’ Sandoval, y luego el grupo de trabajadores tomó la sede sindical de Neuquén capital –según publica Urgente 24-.
Según dijeron, reclaman la intervención del gobernador Omar Gutiérrez y del dirigente nacional Gerardo Martínez para que regularice la conducción del sindicato sin el interventor actual, Víctor Carcar, ni Levi, quien siempre fue señalado por aspirar a ocupar el cargo.
Pero la situación se volvió tensa cuando Carcar llegó a la sede. El interventor les reclamó que no pidieron reunirse con él antes de iniciar esta protesta y los manifestantes le respondieron que cada vez que lo quisieron hacer los «sacaron a los tiros».
«Seguimos con este de la marginalidad y la ilegalidad que hay que terminar de resolver», resaltó el interventor al retirarse, tras no lograr establecer un canal de diálogo con los trabajadores. Negó que sea una interna gremial, poniendo el peso en el gobierno como responsable de actuar ante un hecho delictivo.
Y volvió a desligar rotundamente al gremio del conflicto asegurando que si los dirigentes «toman caminos equivocados tendrán que hacerse responsables» y desconociendo a los manifestantes como trabajadores: «si andan personas armadas, con bidones de nafta y la cara tapada, pasan a la ilegalidad».
Por su parte, los manifestantes calificaron a los dirigentes de mafiosos. «Ya que somos la mejor provincia, que seamos la mejor provincia para trabajar», cuestionaron, reclamando la intervención de Gutiérrez para resolver el conflicto.
Los trabajadores pidieron que se acercaran los medios de comunicación porque, afirmaron, tienen miedo de ser atacados por la medida de fuerza que tomaron. Por el operativo de seguridad se hizo presente personal de bomberos, ya que los manifestantes mostraron bidones llenos de combustible y trapos dentro, a modo de mecha, sin embargo destacaron que los guardaron ante la llegada de los efectivos porque se sintieron resguardados y le pidieron a los vecinos «que se queden tranquilos».
Carcar adelantó ayer que se realizaría la denuncia penal. Sin embargo, como se dijo, el grupo de ocupantes de la sede sindical afirmó que aún no recibieron notificación de desalojo.