La multinacional empezó a suspender la producción en diversas fábricas a partir de la acumulación de stocks por el derrumbe de sus ventas.
En una nueva muestra de la delicada situación que atraviesa, la multinacional argentina Arcor decidió suspender la producción en dos de sus plantas industriales ante la fuerte caída de sus ventas en el mercado interno. Desde la compañía afirman que no tenían esos números desde la crisis del 2002.
En primer lugar, anunció el cierre total de su destilería de alcohol de San Pedro durante todo el mes de mayo, mientras que la fábrica de glucosa de Arroyito, en Córdoba, suspenderá sus actividades hasta el día 13 de este mes.
Si bien por el momento no se efectuaron despidos, crecen los temores dentro del personal por la gran cantidad de stocks acumulados ante el derrumbe de su facturación. Según el comunicado de la propia firma, se llegó a la máxima capacidad de guardado de stock, lo que obligó a suspender momentáneamente la producción en ambos establecimientos.
Es que ya no se trata solamente de un conflicto financiero como se vio en los balances del 2018 a raíz del incremento de su deuda en dólares por la devaluación. La empresa de Luis Pagani ahora afronta las consecuencias de la durísima pérdida del poder adquisitivo que está castigando fuerte al consumo y obligan a suspender la compra de gaseosas, golosinas y otros alimentos no esenciales.
«Los stocks están completos, no hay más lugar para poner alcohol en los tanques», indicó Fabián Olivieri, representante del Sindicato de la Alimentación, en relación a la situación en San Pedro.
De acuerdo a lo informado por los trabajadores, la idea de la empresa en las dos plantas era la suspensión completa, pero se acordó reubicar a los trabajadores de San Pedro en la otra fábrica de esta ciudad -cuyo principal producto es la harina y el aceite de maíz- y adelantar las vacaciones de 70 empleados de Arroyito para no afectar sus ingresos.
El mayor problema, de todos modos, es que no hay perspectivas de mejoras a corto plazo con una economía en franca recesión y un nivel de tasa de interés que tocó el récord de 74%, afectando especialmente a las empresas de capital intensivo como Arcor.
Frente a este panorama, no es casual que Pagani se haya reunido en forma privada con la ex presidenta Cristina Kirchner. Luego de un apoyo inicial al gobierno de Macri, el empresario se ha despegado de esta administración y desde hace varios meses viene efectuando numerosas críticas.