Tras un cuarto intermedio de dos horas, declaró en carácter de testigo el ex gobernador del Chubut, Mariano Arcioni. Durante parte de su gestión, la principal imputada en la causa, Cecilia Torres Otarola, dejó de ser integrante del bloque Justicialista para luego conformar un monobloque.
Ante reiteradas preguntas del defensor Cominetti que fuera quien lo convocó como testigo al exfuncionario, Arcioni respondió con evasivas y en general manifestó “no recordar” aspectos vinculados con designaciones, cuestiones operativas y de gestión. “No me consta”, respondió cuando se le exhibió documentación sobre algunas de sus designaciones y adscripciones.
Fue más preciso cuando recordó conversaciones con Torres Otarola para coordinar su designación como Ministra de Familia, aunque indicó que las designaciones de los colaboradores y equipos de trabajo “eran de su responsabilidad”. Expresó que ni siquiera recordaba dónde se encontraba físicamente el edificio del Ministerio de Familia y que durante la pandemia “se trabajaba mucho de manera virtual”.
Se le pidió que recordara funciones que se realizaban en la Casa del Chubut, mencionó varias dependencias, aunque no destacó acciones ni oficinas vinculadas con el Ministerio de Familia. “No recuerdo qué actividad se podría realizar en la Casa del Chubut relacionada con el área de desarrollo social”, dijo entre varias insistencias de la defensora Florencia Barba.
La exposición del ex gobernador no superó la media hora sin que además el fiscal general Rodríguez realice pregunta alguna.
Cabe destacar que este día siguen la ronda de testimonios y uno de ellos admitió tener antecedentes penales, haber estado cumpliendo prisión por un homicidio culposo, además de varias causas por violencia familiar.
Se trata de Pablo Leuful, un testigo introducido por Romano Cominetti, defensor de la principal imputada en la causa “Ñoquis Calientes”, la ex diputada provincial y ex ministra de familia Cecilia Torres Otarola. Ante preguntas autorizadas por el Tribunal del juicio, Leuful finalmente admitió contar con antecedentes penales, pero ante una pregunta puntual del fiscal Rodríguez, se negó a dar detalles de esos antecedentes.
Para Cominetti la intención del fiscal Rodríguez fue la de “presionar al testigo”. Rodríguez expresó que su única intención era la de evaluar la “credibilidad” del testigo.
Según Rodríguez, Leuful cumplió días de prisión en una causa penal en la que fue hallado culpable. “Me pregunto cómo hizo para ingresar al Ministerio de la Familia teniendo antecedentes penales”. Se le recordó que en el año 2009 fue condenado a cuatro años de prisión por “homicidio culposo” y luego en reiterados casos de violencia familiar. El testigo Leuful admitió y reconoció estos antecedentes penales.
Ante otras preguntas de Rodríguez, Leuful dijo que “soy funcionario público desde que llegó Torres Otarola al Ministerio de Familia, hasta que ella dejó ese cargo”. El fiscal le recordó expresiones del exgobernador Mariano Arcioni en contra de Leuful al momento de ser echado del Ministerio por haberse resistido a la realización de un test de alcoholemia. “Se hizo mediático y luego, cuando mi salida se publicó en el Boletín Oficial me fui”, admitió Leuful.
Pablo Leuful fue el testigo que incorporó a último momento el defensor Romano Cominetti. Dijo que “decidí a contactarme con los defensores para aclarar mentiras que se estaban diciendo en los medios y así colaborar con la Justicia para que se diga la verdad” para agregar que “yo trabajaba con Juan Martín Sandoval cuando hizo la denuncia”.
Ante preguntas del defensor Cominetti, se refirió al manejo de fondos y a lo que consideró “un mal manejo del dinero destinado a las becas”. Como militante del Partido Justicialista hizo alusión al pago del diezmo partidario. Expresó que “Torres Otarola nunca me pidió ningún aporte, pero sí me pidió Sandoval, que una vez me pidió 20.000 pesos. Varios meses después, Torres Otarola me aclaró que ella nunca autorizó a Sandoval a pedir dinero a su nombre”. En alusión al contador denunciante del caso, dijo que “pareciera ser que su único estandarte de militancia fue denunciar por los medios a Torres Otarola”.