El Gobernador de Chubut tendrá una compleja misión: rehacer desde ‘afuera’ el entramado del PJ para que se dé la mentada unidad partidaria que pidió el futuro Presidente de la Nación, Alberto Fernández, a todos los mandatarios provinciales. Algunas de las cartas se empezaron a ver en los últimos días para una jugada que será crucial para el futuro chubutense.
La columna de opinión del diario El Chubut de hoy, recuerda la vieja frase del general Perón que decía que cuando parecía que en el peronismo se estaban peleando, en realidad, los ‘muchachos’ se estaban reproduciendo. Hábil como pocos, tal vez el único que pudo conseguirlo, Perón cobijó bajo sus alas a los sectores sindicales y la ortodoxia peronista de derecha, junto con la ‘Tendencia’, los Montoneros y las agrupaciones de izquierda, hasta que todo explotó el 1° de mayo de 1974 y echó a los «imberbes» de la Plaza de Mayo. Ese fue un quiebre histórico.
Pero el peronismo ha aprendido que el poder ordena. Por eso, a las 20 verdades peronistas originales, pronunciadas por el propio Perón el 17 de octubre de 1950, hay que agregar la verdad número 21: “El peronismo va siempre en auxilio del vencedor”. Frase maravillosa, un poco ‘gorilona’, originada en el peronismo de los noventa cuando un movimiento confundido y sacudido, rodeó a Carlos Saúl Menem. Y el peronismo fue menemista.
Trasladar aquello a Chubut, partiendo de un complejo entramado nacional en el que Alberto Fernández hace equilibrio entre La Cámpora y sectores afines, y por el otro lado, los gobernadores y barones del conurbano que en algún momento renegaron de Cristina, es poco menos que imposible. Porque muerto Mario Das Neves, no hay líderes que puedan encarar semejante construcción.
En la semana que pasó, se pusieron en boga los armados de unidad. Como se sabe, hubo una reunión ‘clave’ en el PJ nacional, a la que fueron los sectores chubutenses en pugna, para ordenar a la tropa. No habrá sanciones a los peronistas que fueron candidatos del dasnevismo o de Arcioni, todos vuelven, y no se eligen de momento autoridades partidarias. El pedido de unidad bajaba de Alberto Fernández y de Sergio Massa; y el operador fue el ex gobernador sanjuanino y diputado nacional José Luis Gioja. Estuvieron en esa reunión los «mellizos» Ricardo y Gustavo Sastre, y también el intendente de Trelew Adrián Maderna. Por el lado del Partido Justicialista ‘oficial’, estuvieron su presidente, Ricardo Mutio, Carlos Linares y Norberto Yauhar. A Gioja lo acompañaron los apoderados del PJ nacional, Jorge Landau y Patricia García Blanco, además de Ginés González García como miembro de la Comisión de Acción Política.
Todo muy bien. Otra de las decisiones importantes que surgió de allí hablaba de unir los bloques del PJ y de ChuSoTo en la Legislatura. Conformarían un total de 24 legisladores ‘oficialistas’ (las comillas equivalen a un ‘sí, pero’) como en las épocas del ProVeCh, aquel partido provincial dasnevista que Mario Das Neves armó para despojar a la UCR de toda representación.
El asunto es que hasta el cierre de esta columna, ningún dirigente del Partido Justicialista se habría comunicado con el gobernador Mariano Arcioni, para hablar de este nuevo ‘mapa’ legislativo. Es más, en Fontana 50 «le bajaron el precio» a la unidad de los legisladores. “A lo sumo… podrá haber un interbloque”, dijo una fuente en la Casa de Gobierno.
En la semana que paso hubo un gesto del Gobernador que no pasó desapercibido. Tanto a Arcioni como a su vicegobernador electo Ricardo Sastre les cuesta llevar su relación, que parece más fluida en público que en privado. Sin embargo, en un reportaje en un canal local, el Gobernador le envió un dardo envenenado a su vice. “A Ricardo lo considero un amigo. Es cierto que le propuse la coordinación del Gabinete, porque entendí que había un gesto de grandeza de ambas partes de estar acompañando en estas cuatro semanas”, dijo el mandatario. Y luego afirmó que hay figuras políticas y empresarias que quieren verlo distanciado de Sastre, algo que -se sabe- es cierto.
Arcioni ‘blanqueó’ en televisión que le pidió a su vice integrar el gabinete, como gesto de grandeza, y que Sastre lo rechazó. A veces, no hacen falta tantas palabras para explicar lo obvio. Sastre no fue el único. También Adrián Maderna rechazó aquel convite, y el Gobernador rechazó nombres que le acercaron los intendentes.
El Gobernador no sólo dejó expuesto a su vice. Luego, alguien en el gobierno dejó trascender que el legislador José ‘Pepe’ Grazzini (de Puerto Madryn), y la concejal Claudia Bard, también del Golfo, integrarían el próximo gobierno de Arcioni. El primero en el Ministerio de Gobierno, y Bard, a la Defensoría del Pueblo. Ambos son de Puerto Madryn, del Frente Para la Victoria. La noticia cayó muy mal en el círculo ‘sastrista’. Porque “Ricardo es el jefe territorial, y nadie le avisó ni le consultó. Eso no lo hacía Mario ni en su peor época de pelea con Eliceche”, graficó un dirigente del Golfo.
La ‘Unidad’ peronismo-ChuSoTo es decir, que el PJ sea oficialismo de Arcioni, es improbable, aun con Alberto Fernández y Massa ‘tutelando’ cuanto ocurra en Chubut. Hay sectores y dirigentes del peronismo que profesan por Arcioni una variada gama de sentimientos, que van del rechazo al desconcierto total. Pero nunca el amor. Mientras que otros están dispuestos a verle al Gobernador sus lados positivos.
A la inversa, es igual. Arcioni ya avisó a su tropa que si hay ‘unidad’ con el peronismo, será en las condiciones de los que ganaron. Es decir, en las suyas. Hay dirigentes que tienen ‘bolilla negra’. Norberto Yauhar, José Arrechea, Carlos Linares, son algunos de ellos. El Gobernador tiende a desdeñar los modos tradicionales de la política.
Por el contrario, va a fortalecer sus lazos con hombres que considera claves en el armado futuro de su propio gobierno, y de la estabilidad política que necesitará para ir capeando las dificultades financieras. Uno de ellos, el principal, es el diputado electo Santiago Igón. Probablemente Igón es quien más ha hecho para que no estalle una bomba nuclear entre el peronismo provincial y Arcioni, que proyecte sombras sobre el Frente de Todos a nivel nacional. Del mismo modo, el legislador que está alineado de modo vertical con Cristina, hará todo lo que esté a su alcance para que no estalle -por la política o por la economía- una provincia aliada de Alberto.
El otro aliado peronista de Arcioni, entre otros, será el intendente electo de Comodoro, Juan Pablo Luque. Esta relación es vista con desconfianza por algunos dirigentes sindicales petroleros, como Jorge ‘Loma’ Ávila, según las versiones que corren en Comodoro.
Como se ve, la ‘unidad’ tiene un precio alto, y muchos temas en agenda para debatir: integración del STJ, cargos extra poder, una veintena de cargos nacionales importantes en Chubut, la integración del futuro gabinete, el presupuesto provincial, la relación con los gremios, la política petrolera, las dificultades financieras, los probables juicios de los proveedores, y por último, la minería. Una agenda demasiado pesada como para permitirse el lujo de guerras internas que hasta ahora, se ven inevitables.