Por tercer año consecutivo, el marino estadounidense Edward Michael envió regalos navideños para todos los hijos de los tripulantes del submarino argentino que desapareció en noviembre de 2017.
Hace un poco más de dos años, Edward Michael, un submarinista retirado que prestó servicios en la Armada de Estados Unidos, tuvo una iniciativa muy particular: con decenas de camaradas, compatriotas y de otros países, realizaron una colecta para acercarles regalos de Navidad a los hijos de los 44 tripulantes del ARA San Juan.
«El primer año hubo muchos argentinos que sintieron vergüenza de que nadie pensara en los niños, excepto yo, el estadounidense que tuvo la idea», dijo Michael a La Nación. En esta tercera edición se sumaron 116 aportantes de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, México y Australia.
«Los submarinistas somos una hermandad única que comparte el mismo enemigo a pesar de nuestros gobiernos: el mar», aclaró Edward, que tuvo su primer contacto con Paola Costantini, esposa de Celso Vallejo, uno de los sonaristas que viajaba a bordo del ARA San Juan cuando la embarcación se fue a pique, supuestamente por una explosión interna.
Así, desde fines de 2017, cuando todos se preguntaban qué había pasado con el submarino y se sucedían los intentos de hallarlo, Michael se conmovió por la situación de esos hijos que habían perdido a sus padres, y de esas familias sumidas en la tragedia que lejos estaban de pensar en Navidades o Papá Noel. Por eso, sumó a varios colegas y se contactó con Vallejos para instrumentar el envío de una colaboración vía acuerdo con casas comerciales locales.
En esta oportunidad los submarinistas que se sumaron a esta causa juntaron algo más de 5000 dólares a partir de la venta de gorras similares a las que usaban los tripulantes del ARA San Juan (a Michael se le había hecho llegar una en reconocimiento a su gesto), réplicas que hizo un submarinista retirado, según reseña La Nación. Con ese dinero se armaron 59 tarjetas de regalos por 5000 pesos cada una.
«¿Cómo me siento cuando envío estos regalos tan lejos? Solo se sienten muy lejos físicamente, para abrazarlos y ver a los niños disfrutar de sus regalos en persona», reconoce Michael, y asegura que pronto vendrá a pasar alguna de estas fiestas de fin de año con los familiares de los tripulantes del ARA San Juan.
«Seguiremos dando regalos a esos niños siempre que podamos recaudar una meta mínima de US$ 3000», afirmó. «Lo más importante es que creo que realmente aprecian que alguien, cualquiera, recuerde a sus 44 héroes. Lo que ocurrió nos pudo haber pasado a cualquiera de nosotros», expresó.