Por ello, irán a juicio. Las firmas truchas, los avales apócrifos y todo tipo de fraude y trampas, son propios de la clase política que en esto, indudablemente, no se sacan ventajas uno de otros. En general, buscan cortar camino a través del fraude a la confianza pública.
En este caso se trata del PRO, el partido de Mauricio Macri que quiere hacer pie en Chubut y empezó falseando la firma de 600 “afiliados” para lograr su Personería Jurídica y afianzarse en la provincia, escribió Giuliano Ventura para la agencia de noticias OPI.
Y prosiguió: “podría decirse que el desembarco del PRO en Chubut, se hizo con el pie izquierdo, ya que sus Apoderados, o sea, las personas encargadas de organizar, registrar y oficializar el Partido en esta jurisdicción, comenzaron las acciones cometiendo un fraude, un ilícito, al registrar firmas de supuestos vecinos que habían dado su aval para que el sector de Macri se presentara en sociedad y por tal motivo llegaron a la Justicia Electoral con algo más de 600 firmas truchas, inexistentes, las cuales no fueron otorgadas de buena fe ni voluntariamente por la gente, lo cual ahora, a instancias de la Justicia Federal, implica la apertura de una causa penal ante el Juez Gelves por adulteración de firmas.
De 1.583 firmas que la Justicia Electoral exige como mínimo para conformar el Padrón electoral de la provincia, más de 600, de las presentadas por los Apoderados del PRO, son apócrifas y la Secretaria Electoral Betina Grosman, no descartó públicamente que puedan establecerse más adulteraciones de los avales presentados. Ahora, los responsables, deberán enfrentar una causa penal, ya que muchos de los damnificados por el uso indebido de representación y falseamiento de firmas en un documento público, iniciarán acciones legales a fin de que se investigue la presunta comisión de un delito.
Desde el Tribunal Electoral se juzgó como “ordinario” y “burdo” el accionar de quienes tenían el deber de darle legalidad a esta instancia para la obtención de la Personería Jurídica del Partido, al punto que cuando se citaron al menos 30 personas de Puerto Madryn que figuraban avalando con su rúbrica la constitución del PRO en Chubut, se constató que ninguno de ellos estaba en conocimiento de tal circunstancia, no habían estampado su firma en el documento, la que existía allí difería de la propia y que hasta los datos de parentesco (madre, padre etc) no coincidían con los reales”.