En el barrio londinense de Soho parecen haber encontrado la solución a la orina que queda en las calles, paredes y veredas tras las noches de baile en la zona.
Se trata de un problema recurrente que no conoce de fronteras ya que ocurre desde Londres hasta Comodoro Rivadavia.
En su mayoría son hombres urgidos por sus vejigas que optan por orinar en plena calle o tapados por un árbol, una mata, un cesto de basura o lo que pueda llegar a taparles el miembro para hacerlo con tranquilidad.
Volviendo a Soho, allí están cansados del flagelo del olor y manchas de orina en todo el barrio, por eso pensaron en soluciones para erradicar este comportamiento que vayan más allá de un cartel al que nadie le hace caso.
Por eso los vecinos reunidos decidieron comenzar a utilizar una pintura especial con la que repasaron las paredes en al menos 10 lugares estratégicos que eran los más frecuentados para descargar líquido por parte de los transeúntes.
Este producto crea una capa transparente hidrófuga que repele la orina, una manera de poner en evidencia a los que no pueden esperar a ir a un baño.
El consejo municipal de Westminster, del que depende el Soho, lanzó el proyecto tras recibir muchas quejas de los vecinos y comercios del distrito. “Evidentemente, la orina no tiene nada de agradable y nuestros residentes están enfadados. Salen a la calle por la mañana y reciben ese olor a orín”, explicó la consejera barrial Aicha Less en una entrevista.
Lo cierto es que no se ha observado aún en Comodoro el uso de productos químicos o pintura para impedir que la orina riegue las veredas de los vecinos que los domingos a la mañana tienen que limpiar para que no permanezca el fuerte olor que dejaron autores desconocidos horas atrás.