Un nene de casi dos años ingresó durante las primeras horas de la tarde de ayer al Hospital Regional de Comodoro Rivadavia sin signos vitales. Sus padres aseguraron que la criatura falleció de manera accidental. Sin embargo, las fuentes médicas consultadas por Diario Patagónico indicaron que el niño tendría signos de violencia, ahorcamiento y abuso.
La familia reside en la calle Código 765 del barrio San Cayetano y apenas se conoció el caso empezó a investigar la Seccional Quinta de Policía, cuyo personal incautó varios elementos en la vivienda. Mientras, el fiscal a cargo, Marcelo Crettón, caratuló la causa como “muerte dudosa” y hoy se practicará la autopsia.
Según informó diario El Patagónico que tras el ingreso de la criatura al Hospital Regional, los médicos le dieron aviso de la situación a la Seccional Primera de Policía, que alrededor de las 16 dio intervención a la Seccional Quinta por jurisdicción de la vivienda donde ocurrió el supuesto accidente relatado por los padres del bebé.
La madre del niño, identificada por la policía como Valeria González, de 33 años, no pudo declarar por la crisis que atravesaba y recibió la contención de los especialistas del Servicio de Asistencia a la Víctima (SAV) del Ministerio Público Fiscal.
Mientras, el padrastro del nene, identificado por las fuentes oficiales como Leandro Leguizamón, de 29 años, fue demorado para ser sometido a las actuaciones de rigor y luego recuperó su libertad.
Con la intervención del fiscal, la policía efectuó una inspección ocular en la casa de la familia e incautó el baffle que habían señalado los padres como el elemento que se le cayó encima al niño. También secuestraron un televisor donde estaba apoyado el parlante y un colchón donde supuestamente dormía la víctima cuando ocurrió el accidente, precisaron fuentes oficiales.
“MUERTE DUDOSA”
Para el fiscal y la policía el caso está caratulado como “muerte dudosa” hasta conocer el resultado de la autopsia.
Mientras tanto, las fuentes médicas consultadas por este diario subrayaron que la criatura ingresó a la guardia médica sin vida y con signos de violencia.
Al parecer, el niño tendría marcas de ahorcamiento y quemaduras con cigarrillos en el cuerpo.
Otro llamativo aspecto que envuelve al caso es que ya existiría un antecedente de violencia familiar entre los adultos, aunque todavía la policía no pudo establecer esa denuncia que hicieron trascender los propios vecinos de la familia, indicaron fuentes oficiales.
