Cuando realizaban un patrullaje de rutina, efectivos de la Seccional Segunda se vieron alertados por una columna de humo que se desprendía de una vivienda situada en la avenida Juan B. Justo, entre calles Fontana y Marchiori del barrio 9 de Julio. El fuego había tomado gran parte de la casa, por lo que no pudieron acceder para constatar la presencia de alguna persona en su interior y dieron aviso a los bomberos.
En contados minutos arribaron dotaciones del Cuartel Central de Bomberos Voluntarios, que en medio de sus tareas se toparon con un cuerpo sin vida en uno de los pasillos.
Lo que parecía una muerte por inhalación de humo cambió de manera abrupta por un horroroso hallazgo en el occiso: presentaba seis heridas de bala en la cabeza. Además, llamó la atención de la Policía el visible desorden en la vivienda y que tuviera todas las puertas abiertas, lo que colaboraría con la expansión del fuego al oxigenar las llamas.
Con el arribo de personal del área de Criminalística se logró establecer que eran heridas de arma de fuego de 9mm, cuyas vainas servidas se pudieron secuestrar en el lugar. La víctima fue identificada como Juan Lafeuillade, un empresario de 80 años que aparentemente estaba solo al momento de ser ultimado.
En las primeras horas después del asesinato se presentó la familia del fallecido, que señaló el faltante de la camioneta propiedad del anciano, una Fiat Toro. Finalmente, promediando la tarde el rodado fue ubicado en Caleta Olivia, deslizaban fuentes policiales.
El fiscal que intervino en el caso dispuso el traslado del cuerpo a la morgue judicial para determinar si presentaba signos de tortura previa al asesinato.
Las hipótesis barajadas son varias, desde el robo seguido de homicidio hasta un posible ajuste de cuentas con posterior intento de eliminación de pruebas mediante un incendio en la vivienda.
Imagen: ADNSur
