Un juez de la Suprema Corte le devolvió los derechos políticos al expresidente y dijo que sus casos deben ser investigados nuevamente en una corte federal por supuesta parcialidad.
Según publica La Nación un juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil anuló esta tarde todos los procesos en los que el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva fue condenado por corrupción en la Operación Lava Jato en Curitiba.
El ministro de la corte Edson Fachin declaró “incompetente” al tribunal federal de Curitiba, que en el pasado tuvo a Sergio Moro como titular y juzgó a Lula en los casos del tríplex de Guarujá, el sitio de Atibiaia y un caso por donaciones al Instituto Lula.
Tras la decisión, una medida cautelar, el líder del Partido de los Trabajadores recupera inmediatamente sus derechos políticos, lo que le permitiría competir electoralmente en 2022, en unas elecciones en las que se espera que Jair Bolsonaro busque la reelección.
La defensa de Lula venía alegando ante la Corte que las demandas contra Lula estaban contaminadas por la parcialidad de los fiscales y de Moro en el manejo de las investigaciones.
Algunos diálogos filtrados parecen indicar que se falsificaron varias pruebas contra Lula. Por estos procesos, Lula fue detenido en abril de 2018 y perdióus derechos políticos. El arresto se produjo por el triplex de Guarujá.
Lula gobernó a la mayor economía de América Latina entre 2003 y 2011. Fue encarcelado en 2018, lo que le impidió presentarse a las elecciones de ese año. Salió de la cárcel a fines de 2019, pero no pudo presentarse a las elecciones debido a sus antecedentes penales. El carismático exlíder sindical es una figura que divide a los brasileños, pero sigue siendo muy popular entre amplios sectores pobres del país.
IMPACTO ELECTORAL
Brasil se encamina a unas nuevas elecciones en 2022, en las que Bolsonaro ve con buenos ojos reeditar la polarización con el PT, que le dio buenos resultados en 2018. Se espera que ahora Lula y su partido recuperen un mayor protagonismo en la vida política brasileña.
“Está habiendo un desgaste político muy fuerte de Moro, que es funcional tanto a la izquierda como a Bolsonaro”, dijo días atrás Ricardo Ismael, profesor y miembro del Observatorio de Análisis Político de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (PUC-Río).
“Los dos ya se eligieron como oponentes y van a apostar por la polarización y hacer todo lo posible para quitarle espacio al centro”.
La anulación de las condenas de Lula, además, significan un golpe de gracia para Moro, ya manchado tras su paso por el gobierno de Bolsonaro como ministro de Justicia hasta abril de 2020, cuando culminó con una salida escandalosa. Moro aspiraba a presentarse como candidato en 2022 como una “tercera vía” de centroderecha entre el PT y Bolsonaro.