El DT de Gimnasia fue internado ayer en una clínica de la ciudad de La Plata por «un bajón anímico que afectó su alimentación».
Durante la tarde del lunes y a tres días de haber cumplido los 60 años, Diego Armando Maradona tuvo que ser internado en una clínica de la ciudad de La Plata a causa de «un bajón anímico que afectó su alimentación». Según aclaró su médico personal, el neurólogo Leopoldo Luque, El Diez «está lúcido, orientado en tiempo y espacio, maneja los cuatro miembros pero se lo ve amarillo y un poco débil».
Por esta razón, sostuvo, decidió internar al actual DT de Gimnasia para aplicarle «hierro» y realizarle «hepatogramas», entre otros análisis. Uno lo internó para mejorar algunos aspectos, como por ejemplo la anemia que lo mantiene débil. A él le afectan las situaciones afectivas como a todo el mundo. La idea es hidratarlo bien, porque si quiere se para y se va. No es un cuadro grave», había explicado Luque ayer.
Pero este martes, a menos de 24 horas de la internación de Diego, Luque volvió a referirse a la salud del astro en la puerta de la Clínica Ipensa, ubicada en la calle 4 entre 59 y 60 de la capital bonaerense. «Diego está mejor, apuntamos a que su cuadro evolucione. Hoy caminó y se mostró bien de ánimo. La idea es que permanezca un par de días en observación para que pueda mejorar sus parámetros, aunque con él nunca se sabe», sostuvo.