«Hay negocios que son inmunes a la pandemia y tienen que ver con los amigos del Poder», expuso la concejal. Cesión de terrenos a dedo, alquileres exorbitantes y contratos revividos. Romero puntualizó en los hechos llevados a cabo por el Municipio en plena pandemia.
“Hay negocios que son inmunes a la pandemia y tienen que ver con los amigos del Poder”, comenzó exponiendo Ana Clara Romero en la sesión de este jueves en el Concejo Deliberante.
La presidenta del bloque de Juntos por el Cambio puntualizó en tres hechos llevados a cabo en plena pandemia que azota a la ciudad.
TERRENOS A DEDO
El primero, dijo, se trata de “un audio del intendente Juan Pablo Luque a una persona que hasta ese momento no se había identificado, diciendo: ‘ahí me pasas los números de expediente y yo te consigo los terrenos’”, haciendo referencia a un audio viralizado en las últimas semanas.
Al respecto, la edil afirmó que “no se pueden comprometer terrenos ni ningún tipo de beneficio a dedo, porque es eso, a dedo. Tampoco podemos naturalizar lo que siempre se conoció como tráfico de influencias bajo el maquillaje de solidaridad. La solidaridad es con lo propio, no con los recursos del Municipio”, aseveró en la sesión del Concejo Deliberante este jueves.
ALQUILER EXORBITANTE
El segundo tema tocado por Romero fue el del alquiler de un inmueble sobre la calle Belgrano, donde funcionaba un conocido gimnasio de la ciudad. Una propiedad de Lucía Muriel Sosa, expareja de Cristobal López.
“La Municipalidad alquiló a través de cuatro contratos de locación aún cuando el inmueble responde a una sola partida”, detalló, y deslizó que “esto no es menor porque lo que puede tener una fachada de un negocio común a mi me parece que la ética y política nos exige un poco más a los que estamos ocupando un lugar de responsabilidad”.
En tanto, el alquiler consta de más de $1.000.000 de pesos por mes, con contratos que se firmaron por el lapso de 3 años por sumas superiores a los $40.000.000 de pesos,la misma cantidad de dinero que se le está dando en préstamos a los comerciantes, Pymes y monotributistas de Comodoro Rivadavia para paliar la crisis que estamos viviendo».
Además, asegura que el alquiler va en contra de la supuesta descentralización del Municipio, ya que el edificio está ubicado en el microcentro de la ciudad.
UN CONTRATO REVIVIDO
Por último, la edil sostuvo que solicitó en su momento un informe que fue entregado fuera de tiempo y de manera incompleta. En él, se reflejaban detalles de la obra del Estadio Centenario, cuya inversión inicial en 2005 era de 30.000.000 de pesos y hoy lleva 84.000.000 aún sin terminar.
Sobre este punto, Romero expuso que “el 17 de junio del 2020 por una resolución municipal se revoca la rescisión del contrato a CPC, empresa de Cristobal López. Quiere decir que se revive el contrato con una constructora concursada. Cuando el artículo 55 de la ordenanza de obras públicas municipal, aquel que abandona una obra no podría volver a ser contratado por el Municipio, pero éste volvió a revivir el contrato que hace un año y medio había rescindido”.
Cabe recordar que el contrato con CPC había sido rescindido por roturas, vandalismo e incluso la concreción de un abuso sexual en la construcción abandonada.
“Cuando la obra estaba parada y abandonada, el Municipio se hace cargo de sostenerla, resguardarla y protegerla y cuando aparece plata para reactivarla y pasa a ser nuevamente un negocio, las obras de Comodoro se convierten en salvoconductos para que llegue dinero a aquellas empresas concursadas de los amigos del Poder”, disparó.
La decisión por parte del Municipio, recuerda, se dio a conocer 5 días antes de anunciar en una conferencia por zoom con el presidente Alberto Fernández, la inversión de Nación que sería destinada para concretar la obra del Estadio Centenario. Ésta, era bajada a través del programa Argentina Hace II, destinado a otorgar fondos para obras básicas, tanto de luz, como de agua, gas o cloacas “que tanto hacen falta en Comodoro”, expresó Romero.
“Esto no tiene que ver con que las obras no se terminen, tiene que ver primero con una cuestión de prioridades en un momento muy difícil, y segundo y más importante –remarcó-, con la transparencia con la que deben ser tratado los fondos que a las obras se destinen”, decretó.
Por último, manifestó que “la política no puede ser un salvoconducto para que algunos políticos y mucho menos los amigos del Poder puedan paliar con privilegios el momento difícil que tantos están viviendo en esta coyuntura”.