Antonella González no fue a la charla técnica y se quedó sentada, sola, dándole le pecho a la pequeña Mady. “En el club siempre hay manos para ella”, agradeció la deportista.
La maternidad y el deporte son absolutamente posibles y pueden ir de la mano, aunque muchas veces se necesite un esfuerzo extra, entre viajes y concentraciones lejos de la familia. Antonella González, basquetbolista del club Tomás de Rocamora, amamantó a su beba en el entretiempo del partido contra Vélez por la Liga Femenina y su historia se hizo viral y, también, inspiradora.
La imagen difundida por la Confederación Argentina de Básquet encierra los mejores valores: la responsabilidad de una madre, la pasión por el deporte y el reconocimiento de mucha gente que la felicitó a través de redes sociales. “Amor de madre” y “una bestia”, fueron algunos de los mensajes.
Si bien es una situación atípica, refleja a la perfección el doble esfuerzo de las jugadoras madres (en cualquier deporte). Ni bien terminó la primera mitad del partido entre Tomás de Rocamora y Vélez, Antonella no fue a la charla técnica sino que se quedó en el banco de suplentes para darle el pecho a su hija Mady.
Es fundamental que la familia acompañe, al igual que el club. Yo tengo la suerte de que siempre hay alguien para que se quede con Madi. En el club siempre hay brazos para ella. Esos pilares son fundamentales para poder llevar las dos cosas de la mejor manera posible”, destacó Antonella en declaraciones al sitio oficial del club.
La jugadora de Las Rojas, ausente durante el año pasado por el embarazo, volvió esta temporada a las canchas. Ante Vélez aportó ocho puntos, dos rebotes y una asistencia para la victoria de su equipo por 61-44 (le quitó el invicto).
“El embarazo es una etapa muy importante para la mujer. Siempre tiene que ser acompañada, sostenida y guiada. Hay que darle la importancia que se merece porque la decisión de ser madre es un tema importante. Nosotras somos las que ponemos el cuerpo y nos lleva a una lógica inactividad que a los hombres no les sucede cuando son padres, por eso creo indispensable el seguimiento y acompañamiento para las madres deportistas. Hay muchas cosas para pensar y ofrecer para que todo se haga mas fácil de llevar”, amplió la basquetbolista.
Además, contó cómo se sintió para volver a competir: “Al principio me costó volverme a encontrar, durante el embarazo nuestro cuerpo cambia muchísimo, no sólo externa sino también internamente. Creo que me costó la coordinación de los pies y de las manos, cuando pudimos agarrar la pelota se notó, pero nada que con un par de entrenamientos no se arregle”.