Ofrece Obligaciones Negociables en para apoyar la expansión de sus negocios de generación de energía eólica.
Aluar, la mayor productora de aluminio de la Argentina, se prepara para buscar fondos en los mercados de capitales con el objetivo de financiar proyectos de inversión en el negocio de las energías renovables, donde en los últimos años se ha convertido en un importante actor.
Con este objetivo, la empresa propiedad de la familia Madanes Quintanilla, acaba de lanzar la emisión de una serie de Obligaciones Negociables (ON) con la que intentará obtener entre u$s100 millones y u$s300 millones en el lapso de una semana.
De acuerdo con el programa elaborado por sus áreas financieras, se trata de la Serie 1 correspondiente a ON garantizadas a tasa con vencimiento a los cinco años desde la fecha de emisión. Es decir, a partir de este martes, y su valor nominal establecido llega a los u$s100 millones. Pero que podrá ser ampliado hasta u$s300 millones, según la demanda de los potenciales inversores y a la tasa de corte que se obtenga el próximo jueves 4 de abril, fecha de vencimiento del proceso.
Las ON están respaldadas mediante el otorgamiento al Citibank de una garantía en primer grado de privilegio de todos los derechos de cobro de la compañía bajo los contratos de exportación de aluminio de algunos de sus clientes. También por una prenda sobre fondos depositados en una cuenta de cobranza afectada al procedimiento.
Si bien la búsqueda de fondos en los mercados internacionales para una empresa argentina en estos momentos se torna complicado por el panorama conflictivo y volátil de la economía local, en el caso de Aluar su perfil exportador y sus ventas asociadas a divisas extranjeras, despierta interés por tomar sus títulos.
Por lo menos así lo considera Javier Madanes Quintanilla, dueño y CEO de Aluar, quien asegura que «el producto que nosotros ofrecemos es, financieramente, diferente a los demás».
En diálogo con iProfesional, el empresario considera que el perfil exportador de Aluar, con el 75% de su producción vinculada al exterior, le permite garantizar una propuesta atractiva para quienes tienen respaldo en dólares y buscan invertir en títulos de compañías argentinas.
Según Madanes, el destino del dinero que reciban por esta emisión de ON se orientará en gran parte a solventar un ambicioso plan de expansión en la generación de energías renovables, y otro tanto a extender los plazos de su deuda en dólares.
«A partir de haberlas lanzado, ahora tenemos tiempo para ir recibiendo las ofertas del mercado hasta la semana próxima, cuando cierra el primer tramo y cuando sabremos en concreto con qué fondos vamos a contar para continuar con nuestro programa de inversiones permanente», agrega el ejecutivo.
En este sentido, Aluar viene ejecutando desde el 2017 un programa de construcción de parques eólicos que le demanda cerca de u$s800 millones y que se divide en varias etapas.
La primera ya comenzó a operar con la habilitación comercial del Parque Eólico Aluar Etapa I de 50,40 MW de potencia nominal, instalado en el departamento de Biedma, en Chubut.
El parque fue autorizado por CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) para operar comercialmente en el Sistema Argentino de Interconexión (SADI), y está compuesto por 14 aerogeneradores de 3,6 MW de potencia cada uno.
«La segunda etapa de nuestro plan de inversiones está prevista para junio, mientras que la tercera será para diciembre», añade Madanes, quien asegura que le están ofreciendo al Gobierno un plan de generación de energía eólica mucho más amplio y admite que el dinero que se obtenga por la emisión de las ON «servirá para cubrir estas etapas lanzadas y para seguir con el programa».
También reconoce que parte del dinero servirá adicionalmente para cambiar la estructura de financiamiento, modificando ciertos plazos de la deuda en dólares que posee la compañía.
De hecho, se trata de dinero que Aluar usó para la compra de turbinas eólicas y otros equipos relacionados a la segunda etapa del parque eólico de Puerto Madryn, donde se encuentra ubicada la planta de la compañía.
Con este objetivo, el 23 de julio del año pasado acordó con EKF Denmark’s Export Credit Agency (como prestamista original), Citibank Europe UK Branch (como agente administrativo), Citibank N.A. (como agente de la garantía), y la sucursal local del Citibank, el otorgamiento de un préstamo por hasta u$s65,9 millones que vienen siendo aportados mediante un cronograma fijo que culminará el 25 de abril del 2034.
Para la tercera etapa de este proyecto, el 24 de septiembre también del año pasado, recibió otros u$s56,6 millones que tienen un cronograma similar al anterior crédito y que vence el 25 de octubre del 2034.
La realidad de Aluar se contrapone con la crisis de Fate, la empresa fabricante de neumáticos que sufre un severo problema de producción y generación de fondos y que debió pedir a las autoridades nacionales la apertura del llamado Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC).
La empresa busca recomponer su situación, golpeada por las condiciones de la economía y su dependencia a un deprimido mercado doméstico y a la aplicación de fuertes retenciones a las exportaciones del sector.
Para Madanes, el caso de Fate es emblemático ya que considera que pocas empresas se animaron a plantear en concreto la situación de conflictividad que atraviesan producto de las medidas económicas tomadas por el gobierno nacional durante el año pasado.
Si bien hasta ahora Fate no ha logrado avanzar en su pedido para poder reducir su planta de personal y abonar parte de las indemnizaciones, el empresario considera que el cambio en la ecuación de la empresa ha sido «drástico».
«La situación tiene tres actores como son la empresa, el Estado y los gremios», asegura Madanes, quien identifica como factor de deterioro de la empresa a temas de productividad, de costos laborales que se han venido profundizando en los últimos tres años.
Madanes también hace referencia a problemas comunes entre las empresas que han solicitado el mismo procedimiento de crisis ante el Ministerio de Producción y Trabajo que comanda Dante Sica.
«Tienen que ver con las consecuencias negativas generadas por las medidas que se implementaron en septiembre del año pasado, con la reducción de los reintegros a las exportaciones y la aplicación de retenciones a las ventas al exterior», acusa el empresario.
Junto a la depresión que muestra el mercado interno, este cambio en las reglas de juego para las exportaciones provocó la crisis de Fate, según la mirada de su propietario.
En este sentido, considera que el Estado debe «reanalizar si la política que determinó para resolver el problema fiscal tiene el efecto deseado o termina por recaudar menos porque cayó la producción y el nivel de actividad, precisamente por las mismas medidas».
Para Madanes, el deterioro de la ecuación económica de las empresas es otro denominador común en todos los procesos preventivos de crisis pedidos hasta la fecha. Y por lo tanto, exige un replanteo de fondo sobre el rumbo elegido por el Gobierno.
«Se debe analizar si hemos ido por el camino adecuado o no. Decimos que no. Que nos hemos equivocado en el programa establecido», asegura el empresario.
En el caso de Fate, agrega que actualmente se encuentran «en el debate profundo del tema con el deseo de que esto tenga un cierre lo antes posible, porque no es lógico trabajar con incertidumbre».