En los primeros días de Noviembre, un informe de QSocialNow, agencia de Big Data e Inteligencia Artificial que analiza datos en redes sociales, alertó que Argentina y España son los países más críticos con la regulación actual de alquileres: “En el plano local, critican la utilidad de la Ley de Alquileres a partir de la reducción de viviendas disponibles y la continuidad del alza de los precios, por lo que los usuarios reclaman la aplicación de normas que promuevan realmente la equidad”.
“La Ley de Alquileres perjudicó más a los inquilinos que a los propietarios”, afirmó Ariel Champanier, presidente de RE/MAX Premium. Y dijo –según publica A24– que “los propietarios optaron por sacar su inmueble del mercado al no querer tener por tanto tiempo una propiedad alquilada con poca posibilidad de movimiento”.
Para Gabriel Brodsky, CEO de Predial, “la Ley de Alquileres resultó todo lo contrario a lo que se buscaba”. Básicamente, explicó, la extensión de los contratos de 2 años a 3 años y la imposibilidad de pactar entre partes la actualización hizo que los propietarios “no se sintieran seguros de no disponer de su inmueble por 3 años, quedándose atados a un índice que no conocían”. Según Brodsky, esto provocó que, junto a la alta inflación, la pérdida del poder adquisitivo y la baja tasa de utilidad que dejan los alquileres como inversión, se reduzca la oferta”.
Alquileres, contratos y rendimiento
En el sector inmobiliario reconocen que hay gente que respeta la Ley de Alquileres pero también existen muchas personas que no lo hacen. “Le encuentran la vuelta para hacer un contrato por afuera, en el cual tanto inquilino como propietario están de acuerdo y ponen sus normas, porque cuando la ley no tiene fuerza es más probable que no la respeten”, comentó Champanier.
Pero, ¿son realmente altos los precios? Cómo se calcula el rendimiento de un alquiler. Según explicó Brodsky, cuando se calcula el total de los alquileres sumados, se los convierte a dólares y esa cifra en dólares se la divide por el valor del inmueble, da la tasa anual que ese inmueble está generando. En la actualidad, es una tasa muy baja, en torno al 2% o menos si hay que descontarle impuestos como bienes personales.
Con este panorama, muchos propietarios sacaron de alquiler sus inmuebles y los pusieron a la venta, lo que provocó que los inquilinos tuvieran mayor dificultad para encontrar inmuebles disponibles en el mercado. “La oferta se achicó, se acumulan inquilinos que están en búsqueda y esa mayor demanda hace subir los precios”, resumió Brodsky.
Además, destacó, “hoy están pagando alquileres más caros de los que pagaban antes y el índice interanual de actualización que fijó el Gobierno terminó dando un 50%”. En definitiva, agregó, ahora los inquilinos “tienen un problema doble: los alquileres nuevos se encarecieron y el índice es más alto que lo que estaban pactando previamente”.
Inquilinos molestos y perspectivas complicadas
Los datos del relevamiento de QSocialNow, a partir de más de 10 mil publicaciones de cuentas públicas con un alcance de 85,8 millones de impresiones, destacan que Madrid y Buenos Aires son las ciudades más mencionadas por los usuarios en redes sociales, debido a que se postulan como las más “conflictivas” y “caras” en cuanto a la obtención de viviendas.
En general, muestra el informe, la mayor negatividad deriva del “malestar de los usuarios respecto de los elevados precios y las dificultades para acceder a una vivienda digna”. También reclaman por “la falta de regulación y constante especulación inmobiliaria” y, por esta situación, responsabilizan tanto al “sector público, como privado” ante la falta de soluciones.
“En 2022 este problema se va a agudizar si no toman algún tipo de decisión en cuanto a cambiar la ley o dar marcha atrás en los aspectos que no funcionaron”, reconoció Brodsky. Para quien una solución sensata sería “tener créditos hipotecarios masivos para que la gente tenga la opción de alquilar, pero también de comprar”.
En definitiva, dice el empresario inmobiliario, “los precios de los alquileres seguirán subiendo en la medida en que continúe esta demanda acumulada, la oferta se siga achicando y tengamos alta inflación”.