Cada día que pasa es más complicado alquilar en la Argentina. Un informe privado confirmó que los precios de alquiler aumentaron un 10,8% en el mes de mayo, el mayor incremento mensual de los últimos 11 años. Y a esta altura del año el precio medio de los alquileres (para nuevos contratos) sube un 53,2%, por encima de la inflación (41,9%) y del Índice de Contratos de Locación (ICL) (34%) que regula el Banco Central.
Así lo confirmó el portal Zonaprop que además informó que la variación de precio registrada en los últimos doce meses (136,3%) es la máxima registrada desde el inicio de la serie (2012), superior a la inflación (113,8%) y al ajuste ICL (100%).
Hay gran preocupación el todo el segmento inmobiliario y entre propietarios e inquilinos. Está pendiente un posible tratamiento de la Ley de Alquileres que no llega y se dilata la espera. El propio Gobierno hizo trascender que enviaría una propuesta al Congreso para que se vuelva a discutir una posible reforma para tratar de que los dueños disconformes con la actual normativa vuelvan a publicar sus avisos en alquiler tradicional y buscar un mecanismo de ajuste que no impacte tanto en la fórmula de ajuste a través del ICL (índice que se calcula en función de la inflación pero también de los salarios de acuerdo con la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables, RIPTE).
El Congreso, en 2022, ya hubo dos dictámenes para reformular la ley, uno del oficialismo y otro de la oposición, además de otros 37 anteproyectos presentados, y todo quedó en la nada.
Ricardo Botana, presidente de la Unión Argentina de Inquilinos (UAI), dijo a Infobae que “habría que modificar el ICL y que no impacte tanto la inflación. Debería medirse más por los movimientos del RIPTE que darían aumentos menos dolorosos para quienes alquilan. Quien en mayo de 2022 pagaba $80.000, ahora pasó a pagar casi $160.000 mensuales”.
Actualmente se discute la duración de los contratos y los propietarios no quieren que duren 3 años como marca la actual ley, sino dos años y ajustes semestrales o trimestrales para acompañar el efecto inflacionario.