Desde que se derogó la ley de alquileres, hace ya más de un año, el mercado cambió. Contratos de dos años, actualizaciones por inflación cada 3 ó 4 meses y un mayor aumento del stock, son parte del actual panorama de alquiler.
Sin embargo, pese a la desaceleración de precios que evidencian los alquileres, los inquilinos siguen en una situación difícil. Según el último Informe socioeconómico de la Encuesta Nacional Inquilina, realizada por Inquilinos Agrupados y y Ni Una Menos este año hubo fuertes aumentos en el valor del alquiler, con plazos más reducidos, con actualizaciones mensuales o trimestrales y mecanismos de ajuste que no contemplan los aumentos de salario.
Esto generó que muchos inquilinos se endeuden para poder hacer frente a los gastos básicos vinculados a la vivienda. A continuación las principales conclusiones del informe.
Alquileres: 1 de cada 4 inquilinos sufrió desalojo económico
El 25% de los inquilinos encuestados se mudó en los últimos 3 meses debido a la imposibilidad de afrontar el precio del alquiler. De este grupo, el 94% tiene condiciones contractuales fuera de la ley de alquileres, mientras que solo el 6% se mudó bajo condiciones legales. En promedio, el 44.6% de los ingresos totales del hogar se destina a pagar alquiler y expensas, lo que refleja la grave situación financiera que enfrentan muchas familias.
La situación es aún más preocupante, ya que el 87.8% de los inquilinos anticipa dificultades para pagar el alquiler en los próximos meses. El 49.5% está seguro de que tendrá problemas, y el 38.3% cree que podría tener dificultades. Para hacer frente a estos gastos, el 91% de los inquilinos ha tenido que reducir gastos esenciales. En particular, el 44.9% ha recortado gastos en alimentos y el 48.4% en salud, mientras que el 90% ha limitado salidas y entretenimiento.
En cuanto a los precios, se ha observado un aumento del 205% en los alquileres durante 2024, lo que supera la inflación. Solo el 10% de los inquilinos tiene contratos bajo la ley de alquileres, que estipula plazos de 3 años y actualizaciones anuales. La mayoría de los contratos (66.5%) son por un período de 2 años o menos, y el 70% de los inquilinos experimenta aumentos cada 3-4 meses.
La situación laboral también es precaria: el 51% de los inquilinos trabaja entre 9 y 12 horas diarias, y el 40% tiene más de un empleo para poder hacer frente a los altos costos. Además, el 31% está buscando trabajo y el 6.4% ha perdido su empleo recientemente, según publicó Ámbito.
Por último, las expensas representan en promedio el 20% del alquiler, con un fuerte aumento reciente debido a reparaciones y otros gastos trasladados a los inquilinos. La edad promedio para emanciparse se encuentra entre los 26 y 30 años, lo que se ve dificultado por las altas exigencias del mercado inmobiliario y los bajos salarios disponibles para los jóvenes.