Josefina, la dueña de un departamento en la costa atlántica, quedó horrorizada por el estado en el que encontró la propiedad. Había mugre, varios electrodomésticos rotos y manchas de vino hasta en el techo. Pero la mayor sorpresa se la llevó cuando revisó las historias de Instagram de los tres inquilinos: “Se regodeaban de lo que habían hecho”. Los atacantes no solo rompieron la vivienda sino que hasta publicaron un “top 4″ de los daños y afirmaron que se habían “dejado llevar por sus instintos”.
“Me alquilaron un depto en la costa y no solo lo rompieron todo antes de irse sino que subieron historias a Instagram”, publicó la dueña en Twitter, en un mensaje que no tardó en hacerse viral.
La propiedad era un duplex en San Clemente del Tuyú, ubicado justo al lado de su casa, que su familia adquirió “con mucho esfuerzo” a modo de inversión hace cinco años para alquilar durante el verano. Los inquilinos, tres hombres de entre 20 y 25 años: Tomi, Mauro y Federico.
Durante las dos semanas que estuvieron de vacaciones, el trato con los jóvenes fue “normal”. “Saludos amables y corrientes, se los veía salir, volver, escuchaban música… se los veía disfrutando las vacaciones”, dijo Josefina a TN.
Por eso se sorprendió cuando, para evitar rendir cuentas, los jóvenes se esfumaron el día en que tenían que entregar la propiedad. “Se fueron durante la madrugada y dejaron la llave puesta de afuera. Llamé, no atendió nadie”, contó.
“Abrí y pocas veces vi escenarios tan angustiantes. La basura, comida en mal estado, mala higiene, y además los daños materiales… increíble”. Habían roto una heladera, un ventilador, la parrilla y había manchas de vino en un mantel y hasta en el techo.
“A cualquiera se le puede ensuciar un mantel, romper unvaso, y mil accidentes más, que en mi caso particular jamás les desconté a mis inquilinos porque de buena fe me lo comentaron, y puede pasarle a cualquiera, pero esto superó todo”, comentó la dueña de la casa a este medio.
El insólito “Top 4″ de daños al dúplex
Como los tres jóvenes tenían escrito sus cuentas de Instagram en el parabrisas trasero del auto, no le costó mucho restearlos. Fue entonces cuando descubrió que los chicos se regocijaban de lo que habían hecho y hasta anticipaban su plan de darse a la fuga.
“Nos vamos a la madrugada y antes de irnos necesito mostrar el top 4 de daños al departamento”, escribió uno de los chicos en sus historias de Instagram. “Top 1 el ventilador”, afirmó junto a una foto del artefacto con un aspa roto, que según dijo, intentaron “arreglar con la gotita”.
En segundo lugar, ubicaron a los daños a la parrilla, de la que rompieron un pedazo de mampostería al golpearla con una bolsa de cubos de hielo. El tercer lugar del ranking fue para las manchas de vino en el techo, resultado de la mala apertura de una botella con un cuchillo porque no habían encontrado el sacacorchos. “JAJA plot twist: sí había sacacorchos solo que no buscamos bien”, se río.
En cuarto lugar quedó “el mantel blanco manchado con vino tinto el primer día que llegamos”. Por algún motivo quedó fuera del ranking destructivo la heladera, que rompieron al buscar agua. “Encima quise tomar y me tenté y me salió el agua por la nariz”, se burló uno de los inquilinos.
En un posteo, uno de los chicos reconoció que lo que hicieron fue “poco ético” y ”hasta poco moral” y buscó justificarse con una supuesta sorpresa al encontrar la propiedad que “se supone era un lugar mucho mejor” y por el que les habían cobrado “bastante guita”.
“No justifica que nos vayamos dejando todo un desatre, pero al final nos dejamos llevar por nuestros instintos y deseos de venganza”, continuó el mensaje que cerró con un “en fin, fueron altas vacaciones”. “Espero que no piensen que somos irresponsables (…) Porfa no me nieguen un alquiler”, concluyó con ironía sus historias junto a una imagen de la playa.
Cuando Josefina vio las historias, se indignó profundamente. “Saber que hicieron daño adrede y se regodeaban de ello molesta porque tener una propiedad hoy en día cuesta muchísimo, pagar todos los impuestos que corresponden, y darle un lugar a la gente que quiere vacacionar por un precio acorde, con todo funcional y limpio, para que vengan a reírse”, lamentó la joven de 21 años.
Sobre las supuestas críticas por el estado del departamento, dijo que “nadie jamás los obligó a quedarse, y si no estaban de acuerdo podían irse, pero estuvieron 15 días y al parecer disfrutaron sus vacaciones… lástima que a costa de dañar a otros”.
En un primer momento, los jóvenes irresponsables hasta la habían bloqueado en Whatsapp, pero cuando la situación se viralizó “pidieron que borremos todo y quisieron ‘hacerse cargo’”.
Josefina precisó que les pidieron a los chicos que repongan los electrodomésticos rotos con aparatos de segunda mano y hasta aparecieron grietas en el grupo, porque uno de los jóvenes trabaja en una de las compañías tecnológicas líder del país y “tiene más posibilidades de sobrellevar esta salida de plata”, según dijeron los otros dos.
“Nos pidieron que le mintiésemos a uno de ellos y hagamos un arreglo aparte, cosa a la que nos negamos rotundamente”, dijo. “Los tres tienen la misma responsabilidad, acá no hay división. Los arreglos internos los hacen entre ustedes”, les contestó Josefina.
Esto hizo que la situación se agravara y hasta aparecieron amenazas. “A partir de ahí adoptaron una postura de mentir sobre extorsiones, de enviar a gente de su entorno, incluso de su religión, a insultar, a amenazar, a decir que somos ventajistas”, contó.
La joven, que estudia Derecho en Capital Federal, lamentó los extremos a lo que llegó la situación. “Jamás mi intención fue llegar a vías legales, sólo queríamos que repongan algo que costó mucho sacrificio obtener y corresponde por lo que causaron”, explicó.
Ahora, Josefina advirtió que está dispuesta a tomar “todas las acciones legales que correspondan” sino llegan a un acuerdo, por “los disgustos que le ocasionaron a sus padres” que según dijo “son gente grande y con problemas de salud”. También por “los mensajes que recibió… y todo a lo que ellos mismos decidieron llegar”.