El dato surge de la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes, que realizaron en forma conjunta el Indec y la Secretaría de Trabajo durante 2016 y 2017 y que implicó un trabajo intensivo de recopilación de información a lo largo de todo el territorio nacional.
«En el total del país, el 10% de los niños y niñas de 5 a 15 años realizaron al menos una actividad productiva, con mayor incidencia en las áreas rurales (19,8%), y en las regiones del NOA y del NEA (13,6% y 13,1% respectivamente)», detalló el informe difundido por ambas dependencias.
Las dimensiones del trabajo infantil abarcan a las actividades que realizan para el mercado, aquellas que hacen para el autoconsumo y las que están relacionadas con la actividad doméstica intensiva.
Del total de personas menores de 15 años consultadas, un 10% desarrolla al menos una actividad productiva y lo que más incide en ese resultado es el trabajo doméstico que realizan principalmente las niñas y adolescentes por sobre el aporte que hacen los varones de la casa.
Cuando se analizan los datos según las zonas geográficas, las cifras varían mucho. En las zonas urbanas, el 8,4% de los niños y niñas hacen algún tipo de actividad productiva, mientras que en las zonas rurales el número asciende a 19,8%.
Mientras que en las ciudades y zonas pobladas el tipo de actividad en el que más trabajan los chicos y chicas es en las tareas domésticas intensivas, por el aporte que hacen en la organización familiar; en las zonas rurales las tareas más frecuentes son aquellas destinadas al autoconsumo, por el rol de todos los integrantes de la familia en la producción sobre todo de alimentos.
El NOA y el NEA son las regiones en las que los chicos y chicas más trabajan, ya que abarcan a un 13,6% y 13,1% de ellos. En el otro extremo, la región en la que el trabajo infantil tiene menos incidencia es la Patagonia, en donde afecta al 7,1% de los menores de 15 años –según publica El Cronista-.
El trabajo infantil en las ciudades
La edad de inicio de las actividades laborales es, en las zonas urbanas, de 11 años. En promedio trabajan 12 horas semanales, aunque la mitad de los niños y adolescentes trabajan menos de 5,2 horas. El 73% de las personas menores de 15 años que trabajan perciben algún tipo de ingreso y, en promedio, son de $ 656,6 mensuales. Al igual que en el mundo adulto, entre los más chicos también se replica la brecha de ingresos entre varones y mujeres: es del 21,6%; ya que ellos perciben ingresos por $ 706,3 y ellas $553,10.
Un dato que también confirma la encuesta es que los chicos que tienen algún tipo de actividad productiva acuden menos a clases, cifra que sube especialmente cuando realizan alguna actividad productiva en el mercado.
Entre los motivos por los cuales los chicos y chicas abandonan el colegio, el más frecuente es por «problema de oferta», que contempla la falta de matrícula o cupo en la escuela, la lejanía de la institución educativa y problemas de violencia en el colegio.