Cuando el cáncer de mama se presenta en mujeres menores de 40 años, es un factor de mal pronóstico. Gracias a la investigación científica, además de la cirugía, los rayos y la quimioterapia, se desarrollaron en los últimos años terapias hormonales y dirigidas, tratamientos biológicos e inmunoterapia. Es decir, todo un abanico de opciones que contribuye a la cura o el control de la enfermedad y a mejorar la calidad de vida.
Por varios años se consideró al aumento en los meses de lactancia como un factor protector para cáncer de mama, y a la menarca a una edad temprana, menopausia tardía, el no tener hijos y la edad tardía del primer embarazo como factores de riesgo. Sin embargo, el 50% de los casos de cáncer de mama, no se asocia con ningún factor de riesgo.
La contracara de los avances
El cáncer de mama presenta perspectivas alentadoras y un rasgo sobresaliente es el aumento sostenido de los índices de supervivencia que alcanzan el 95% en diagnósticos tempranos. Además, hay tratamientos menos invasivos y las cirugías conservadoras tienen un menor impacto para la mujer, pero la contracara de esa tendencia positiva es el crecimiento de casos en menores de 40 años.
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Gabriela Candás (M.N. 92.464), médica cirujana mastóloga, integrante de la Sociedad Argentina de Mastología (S.A.M.) y del servicio de Mastología del Hospital Británico, explicó que “a fines del milenio pasado el cáncer de mama en mujeres menores de 40 años representaba menos del 3%. Hoy, según datos de la S.A.M., el 10% de las mujeres diagnosticadas no alcanzó los 40 años y entre el 25 y 30% del total son mujeres premenopáusicas”.
Además, en este segmento etario existen más probabilidades de recidivas y “si bien la mortalidad general de pacientes con esta enfermedad disminuyó, en mujeres más jóvenes desde 2010 el descenso se detuvo”, completó Luciano Cassab (M.N. 79867), vicepresidente de la S.A.M. y Jefe de Sección Mastología del Hospital César Milstein.
Para indicar el tratamiento del cáncer de mama, se tiene en cuenta el estado de salud de cada paciente, el tipo de tumor, su etapa y grado, su tamaño y si las células cancerosas son sensibles a las hormonas.
Más joven, más avanzado
Los motivos que explican ambas perspectivas son que en mujeres más jóvenes el hallazgo del cáncer de mama suele darse en estadios más avanzados. Además, existe en este rango una mayor predisposición a presentar mutaciones genéticas y tumores biológicamente más agresivos. Sobre esto, Candás explicó que “en mujeres de mayor edad las posibilidades de hallar una mutación son del 10%; en quienes fueron diagnosticadas entre los 30 y los 40, del 16%; y en las menores de 30 años resulta cercana al 50%”.
La recomendación
Para una detección temprana del cáncer de mama, el Instituto Nacional del Cáncer de la Argentina recomienda que todas las mujeres de 50 a 69 años (que nunca hayan tenido enfermedades en las mamas ni antecedentes familiares) se realicen una mamografía al menos cada dos años junto a un examen físico de los pechos por parte de un profesional de la salud.
Tanto para las mujeres de 40 a 50 años como para las mayores de 69 años (sin enfermedad previa ni antecedentes familiares), se aconseja consultar con el médico acerca de la conveniencia de hacer o no una mamografía. Las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama deberán decidir con su médico cuál es el momento adecuado para comenzar con los controles.
Fuente: TN