Comenzó sobre el mediodía de este jueves y, producto de las altas temperaturas y el viento reinante en la zona, las llamas no pueden ser contenidas. El siniestro se originó por la caída de un poste.
Un incendio forestal de proporciones se desató cerca de las 13 en las laderas del cerro Currumahuida y está afectando importantes sectores de bosque de pinos, cipreses, radales y otras especies nativas, publica Diario Jornada.
En el lugar están trabajando varias brigadas del Servicio Provincial de Manejo del Fuego, un avión hidrante que se abastece en el aeródromo de El Bolsón y un helicóptero con balde que carga agua en el mallín de la turba.
El escenario se ubica justo en el límite de los ejidos de Lago Puelo y El Hoyo, en una jornada con 32 grados de calor y ráfagas de viento que complican el accionar de los combatientes. Hay alerta por el comportamiento del fuego, ya que en las inmediaciones hay numerosos pobladores de los parajes Cerro Radal (también hay un parque industrial) y Rincón Currumahuida.
Hasta el momento se habla de intencionalidad en el origen de los focos, toda que en la zona “no hubo tormenta eléctrica o algún factor natural que lo provoque”.
De igual modo, los bomberos voluntarios y los municipios de Lago Puelo y El Hoyo están desplegando recursos en el área, “ante la posibilidad de tener que evacuar vecinos en las próximas horas”, adelantaron.
Aún no hay una estimación de las hectáreas consumidas, pero el humo se observa desde buena distancia y genera preocupación en la sociedad, aún sensibilizada por los grandes incendios del último verano, que afectaron más de 20 mil hectáreas y quemaron 400 casas.
También hubo reclamos “por el faltante de medios aéreos en la región”, toda vez que los aviones y helicópteros contratados por el Sistema Federal de Manejo del Fuego están concentrados en el aeropuerto de Bariloche para atender otros incendios de magnitud en lago Martin y El Manso (zona sur del Parque Nacional Nahuel Huapi) y en Aluminé, en el centro de la provincia del Neuquén, donde ya hay más de 3 mil hectáreas de vegetación arrasada y el frente principal llegó hasta Junín de los Andes.