En referencia al marco intepretativo de los últimos hechos y cómo eso influye en el aspecto institucional, el subsecretario de Relaciones Institucionales de la provincia remarcó hubo expresiones como la de Máximo Pérez Catán o la de Gustavo Antonetti, -quien habló de una acefalía-, que se han dado “en un contexto de agitación que ha tenido una semana bastante compleja”.
Por ello, remarcó las situaciones vividas en el municipio de Trelew, y con los gremios y trabajadores en diferentes lugares de la provincia como Esquel, Comodoro y Puerto Madryn. “Acá había un estado de efervescencia, se lo quería mostrar en un momento a esto como un estado de acefalía, en el cual el Estado provincial no aparecía”, explicó.
En tal sentido, aclaró que este no es el caso, porque se ha hablado con todos los sectores, se busca y -citó como ejemplo- “el Ejecutivo cuando charlaba con las asambleas, mostraba claramente no sólo la decisión política del gobernador de avanzar en solucionar un problema de muchos años como las plantas transitorias, poniendo sobre la mesa de qué manera va a ser regularizada esta situación, la cantidad de plantas que pasarán de transitorias a permanentes, con un programa anual”, dijo, hablando de muchas cuestiones que tienen que ver con volcar dinero a Salud, por caso.
Albornoz sostuvo que no se va a una asamblea “en el aire, a ver qué pasa”. Y estableció que los referentes provinciales se han sentado a mostrar las líneas de trabajo, la cantidad de dinero, las soluciones que dan a los trabajadores. En Salud como en Seguridad, consideró que hay políticas concretas ya pautadas.
“Sabemos claramente que el gobernador está trabajando, conduciendo la provincia, y poniéndole gestión política, acompañado también en un grado inusual, pero mostrando a la vez una nueva forma de hacer política, que elije la inclusión completa del vicegobernador en todo esto, trabajando con él codo a codo en todos los temas”, graficó.
En cuanto a las declaraciones de José González, dijo en diálogo con Radiocracia que coincide en el pensamiento de algo que muchos también interpretan: que Buzzi no puede estar llevando las cosas a buen término sin que le compliquen el panorama. “Si vamos a la historia institucional de la provincia, ¿cuántos gobernadores han tenido en 100 días el estado de movilización qué hoy se siente?, se preguntó.
Visitas inesperadas
Dentro de ese marco, remarcó la aparición de actores de los que llama poderosamente la atención su presencia. “Como que han sido incentivados a fomentar este tipo de situaciones. Hasta dicen que van a tomar la casa del Chubut en Buenos Aires por cualquier cosa que suceda”, dijo como ejemplo, valorando el llamado a paritarias para los gremios, sólo 45 días después de haber asumido.
El funcionario infundió que se puede llegar a percibir que hay algún hilo conductor por detrás, pero que habría que tener pruebas de ello para afirmarlo, por lo que deja librado a la ciudadanía el análisis de darse cuenta qué pasa. “Acá se van a encontrar con un gobernador que tiene un esquema de conducción distinto a la anterior gestión, muy distinto. Acá se escucha y se habla con todos los sectores, y se le trata de dar participación a cada uno”, aseveró Albornoz.
Tratativas gremiales
“Nosotros hemos sido orgánicos. El caso de ATE, por ejemplo, es un problema estrictamente interno, que se vuelca a la gestión, mostrando un estado deliberativo, pero que refiere a una falta de representación o negación de dirigentes por parte de algunos de sus afiliados, porque no participaron o la vida interna del gremio no es clara”, subrayó.