El nuevo presidente de la Nación había anticipado “Vamos a empezar como corresponde”, refiriéndose a su manera de llegar al Congreso. Sin limusinas ni un lujosísimo transporte, Fernández llegó en su propio auto.
¿Quién no ha visto un Toyota Corolla circular en la calle? En el barrio, pleno centro de la ciudad o estacionado en cualquier zona se puede encontrar el modelo de la marca Japonesa.
Este martes pasará a la historia como el día que Alberto Fernández asumió sus funciones como presidente de Argentina, y lejos de los lujos que ofrece la formalidad de una asunción como alto funcionario, llegó al Congreso a bordo de su auto particular: un Toyota Corolla gris, en el que iba acompañado de su pareja, Fabiola Yañez.
Ducho vehículo tenía una insólita particularidad que fue pasada por alto por la gran mayoría de las personas, es que era un detalle difícil de ver. La patente tenía el número 769 grabado, mismo número que salió a la cabeza en la Quinela Nacional matutina.
En el trayecto desde su hogar en Puerto Madero hasta el Congreso, Alberto fue acompañado por una numerosa cantidad de gente que lo apoyaba y aplaudía a su paso.